La leyenda:

Atlas tuvo tres hijas, las Hespérides: Egle, Eritia y Aretusa. Las tres vivían en la tierra más occidental del mundo, unas islas maravillosas en el Océano Atlántico, un paraíso terrenal donde el clima era benigno y donde los árboles daban manzanas de oro.
La diosa Gea había hecho brotar esas manzanas como regalo de bodas para Zeus y Hera.
Las Hespérides cultivaban el Jardín y éste era custodiado por Ladon, un fiero dragón que arrojaba fuego por sus cien cabezas.
Hércules, el héroe más grande de la antigüedad, recibió la misión de realizar doce tareas, consideradas muy difíciles y conocidas como "Los doce trabajos de Hércules". El undécimo trabajo de éste consitió en robar las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides. Las manzanas fueron entregadas a la diosa Atenea, quien las devolvió al jardín y sus jardineras, las Hespérides.
En cuanto a Ladon, el dragón guardián muerto por Atlas, sigue vivo en us hijos los árboles llamados dragos. Según la leyenda la sangre, que manaba de las herdias mortales del dragón, cayó sobre el jardín y de cada gota creció un drago.

Bienvenidos/as

El Jardín de las Hespérides es un lugar donde pretendo expresar y compartir todo lo que siento. El sitio donde desahogarme.
Un escondite a la luz.
¡Deseo que os guste!


martes, 31 de mayo de 2011

¡Ahora lo sé!


He aprendido a ser paciente, que un “piénsalo” no es una excusa para evadir la conversación. He comprendido que para obtener resultados distintos no se pueden hacer siempre las mismas cosas, hay que cambiar el procedimiento. He podido darme cuenta de que las cosas malas está bien decirlas, pero nunca está de más recordar que las buenas, también están ahí y que, de vez en cuando, hay que elogiarlas. Porque los méritos están para ser reconocidos.
He aprenido que atacar no es la solución, que es mejor hablar. He podido darme cuenta de que el pesimismo hace que las cosas siempre se vean color de hormiga, pero que un simple cambio de actitud hace que de pronto, vea cosas que antes no podía.
Me he percatado de que si me siento segura de mí misma, todo está mejor, que las bromas están pare reírlas, no para tomarlas como una ofensa. Que las minucias, no son lo suficientemente importantes, como para enfadarme.
He aprendido que no hay nada que no se pueda decir con una sonrisa y que si yo estoy feliz, él también lo está.
Me he dado cuenta a tiempo, que la culpa no es suya ni mía, sino de los dos, que no se ha de decir esto va mal, sino pensar en el por qué va mal y hacer por cambiar las cosas, que quejarse no es el camino adecuado.
He aprendido a relajarme, a dejar el tiempo fluír y de pronto, ogio cosas que antes no oía, veo cosas que antes no podía y todo por el simple hecho de ser algo más razonable.
He comprendido que sí soy especial, pero antes me negaba a verlo. He aprendido que si confío en mí, todo va mejor.
Ahora sé que con una simple mirada puedo decir muchas cosas, que una caricia es sinónimo de confianza. He comprobado que un abrazo es igual que decir estoy a aquí, siempre he estado… Que cuando me hace falta me escucha y así, yo también puedo escucharle.
He sabido ver que no es que haya cambiado, sino que antes sólo me dedicaba a ver las cosas malas, impidiéndome disfrutar de las buenas.
He comprendido que nunca está de más decir te amo, y que un beso nunca sobra.
Ahora sé que todo está bien. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino nunca dejar de subir. He comprobado que una vez dejé de tener miedo a perder, comenzé a temer no ganar.
He aprendido que mis debilidades son mi único rival y que éstas, a su vez, son la mejor opción para superarme. Ahora entiendo que los sueños sólo están para hacerse realidad y que el amor no es una simple etapa de enamoramiento, sino una filosofía para la vida.
He conseguido darme cuenta de que es mejor no esperar las oportunidades, sino buscarlas yo misma. Darme cuenta de que cada día es un nuevo motivo para ser feliz. Que la esperanza es lo último que se pierde, porque en cada desierto, se puede hayar un oasis.
Ahora, como una vez dijo un sabio, por fin comprendo estas palabras:
“Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.”
Ahora, por fin, he dejado de dormir para descanzar, ahora simplemente duermo para soñar.
He comprendido que ahora lo justo sería darte las gracias.

lunes, 23 de mayo de 2011

Cuestión de belleza

Muchas veces oimos eso de… ¡Mira que flor tan bonita!
¡ERROR! Una flor no nace para ser bella, nace para ser flor.
La belleza no es equitativa, ni a nada equiparable, requiere de un ser que tenga la capacidad de descubrirla. A su lado pueden pasar cientos, miles, millones de seres… pueden pasar horas, días, semanas, meses e incluso años y ni siquiera darse cuenta de que estaba allí. Justo en ese rincón. No percatarse de su existencia.
Otros, sin embargo, le restarán importancia, no encontrarán nada que la haga singular, será “una flor más” en el paisaje que la contiene. También estarán los curiosos, esos que reparen en su color, singularidad y viveza; pero, sin embargo, seguirán su camino. Pasarán de largo. Pero… en algún momento aparecerá ese alguien que no la considere una flor más, alguien que tenga todo el tiempo del mundo para dedicarle. Deleitarse observando su exultante belleza, descubrir nuevas sensaciones acariciando sus delicados pétalos, embriagarse de su perfume, armarse de valor y decidir que es una flor demasiado hermosa para no conservarla. Para seguir de largo.
De esta forma, con profundo esmero y cariño, alrededor de sus raíces, cavará y poniendo todo su empeño y cuidado, la trasladará a su propio jardín. Lugar donde a cada momento pueda tenerla cerca, para mirarla, cuidarla, quererla. Podrá apreciarla, dejarse cautivar por ella. La plantará en su propio jardín y la querrá tal como es, tal como llegó. No le pedirá que cambie su color, aroma o apariencia. Nació así y así la quiere.
Y como esta flor eres tú, yo, somos todos. A tu lado podrán pasearse cientos, miles, millones de personas y verás como pueden pasar dias, semanas, meses o incluso años, hasta que alguien se percate de tu exitencia. Reconozca tus valores, aprecie tus sentimientos. Sólo alguien con la capacidad interior necesaria te descubrirá en medio del mundo, fijará sus ojos en ti y ahí, justo en ese momento, te hará parte de su mundo, pasando tambien a ser parte del tuyo.
Sin requisitos, ni condiciones. Sin necesidad de cambiar, mostrarte de otra forma, pensar distinto, vestir diferente… Sabrá que eres singular y que un solo cambio hará que dejes de ser especial.
Así que si quieres un consejo, deja de lamentarte. ¡Alégrate de haber nacido así! Y paciente, muy paciente, espere ese gran día. Tu día…

Cada cosa tiene su belleza. Pero, no todos poseen la capacidad de verla. Porque con el paso del tiempo verás que has de mirar dos veces para ver lo justo. Pero no mires más que una para ver lo bello.

domingo, 22 de mayo de 2011

No mires.

¿Y qué? Me gusta monear, saltar y reírme. Me encanta tanto poner voz de niña, como imitar a un cantante de ópera. Y gritar y sacar la lengua y bailar... Me gusta estar activa cuando toca y dormir cuando el mundo me viene grande. Soy la más cariñosa del mundo, cuando quiero, también la más borde si me tocan la moral. O simplemente, cuando me da la gana.
Puedo ser la más buena o la más mala, según se me antoje. Sé guardar secretos, pero también sé que secretos es mejor no guardar. Me gusta confiar en las personas, aunque ese, a veces, sea el mayor de todos mis defectos.
Me encanta leer, ver películas y hacer fotos. Soy un poco nostálgica y a veces sigo adelante gracias al pasado, pero también he de decir que el resto del tiempo vivo al máximo el presente. Cuando tengo que organizar algo... todo tiene que estar bajo control. ¡Soy una maniática del orden! de poca paciencia, algo insegura y a veces muy persistente y quizás... ¿por qué no? algo exigente.
Me gustan los retos, y me hundo si no los supero. Soy un poco rara, por momentos. No puedo sobrevivir sin chocolate y suelo ser extremadamente puntual, al igual que odio esperar por los demás, me estreso si veo que voy a ser yo la que haga esperar. Me encanta hablar de heridas, sangre, investigaciones sobre el alzheimer y todas esas cosas raras, para algunos asquerosas ¡Me apasionan!
Si me pasa algo y me preguntas, no te contaré que me sucede hasta que me lo preguntes varias veces. Puedo escribir textos sin sentido, pero que me hacen feliz, me desahogan y con los que me identifico, puedo abrir la ventana de mi habitación y gritar, simplemente de felicidad. Morder mi peluche favorito de rabia o abrazarlo hasta que me duela.
Doy la vida por quienes están ahí cuando necesito, esos que vienen sin ser llamados. ¡No les hace falta que les avise, saben que les necesito con una simple mirada!
Me apasiona ver la cara de Thor, mi perro cuando comienzo a hablarle, y sé que aunque no me entiende, me escucha. Abrazarle, sentir su húmeda nariz en mi cara, cuando me lame con cara de... ¿me acaricias? Me encanta ser feliz, positiva y llegar a la facultad los lunes cantando, y que la gente me mire con cara de... ¿esta está loca? 
Sé que tengo muchos defectos, pero la gente que me aprecia dice que también tengo mis virtudes.
Me gusta escuchar y que me escuchen, hablo muy rápido y soy de las que se ponen a pensar en el futuro, ¿qué será de mí?. No me importa salir a la calle en pijama, no me maquillo, ni tan solo la raya del ojo para ir a clase, o a comprar el pan, el maquillaje es sagrado, para cuando salgo, y aun así, tampoco lo hago siempre...
Odio a esa gente que se piensa que es mejor que los demás, digo las cosas como me vienen, a veces sin pensar y lo que tengo en el estómago, llega de forma fugaz a mi lengua y cuando menos lo esperas... ¡Zas! te lo he dicho. A veces me faltan las palabras para expresar las cosas y escribo cartas, que el que lee dice... ¿te aburrías mi niña? ¡Pero me da igual! Soy así, impredecible y... ¿si no te gusta? ¡No mires!


jueves, 19 de mayo de 2011

¡Súper poderes!

¿Si tuviera un súper poder cuál desearía? mmm! Hoy elijo el de parar el tiempo. Detenerlo. Volver inmóviles las agujas del reloj. ¿Por qué? Porque me gusta este momento, lo que ahora pasa, lo que veo, lo que siento, simplemente porque me da la gana. No quisiera que esto acabara nunca. Me gusta, estoy feliz, no me importan los comentarios, esos que pretenden herirme, ni las miradas acusadoras, me da igual tener unos kilitos de más, me da igual no ir siempre bien peinada. Me da igual casi todo eso que antes, me hacía sentirme mal. Frustrada, me hería y llamaba a mis lágrimas. Me da igual. ¿Por qué? Pues, porque esté como esté, haga lo que haga, últimamente me hace sentir especial. Me hace feliz, me hace reír, me vuelve tierna, duplica mi paciencia, triplica mis alegrías, cuadruplica mis sonrisas… no me deja estar mal. ¡Se niega! Es más, se enfada si lo hago. Me sorprende. Se ha vuelto atento, cariñoso, tierno, detallista… simplemente adorable. Me abraza a cada rato, me besa con el alma, me acaricia y saltan chispas, me toca y tiemblo, esas cosquillas del principio… ¡Han vuelto!
Y es que no sé, creo que la última vez le hice sentir mal, le conté como me sentía, sin omitir ni un detalle, creo que se sintió culpable, pero el cambio ha sido positivo, ha salido de él, de sí mismo, yo no pedí nada. Sólo explique cómo me sentía. Me bastó decirle… ¡te extraño! Extraño tus besos, tus caricias, la intimidad de la noche, los paseos largos, las bromas, las palabras de tonta, enana… esas que me hacen sentir linda, especial. Que me hacen única.
Reconocí mis errores, soy gritona, impaciente, con poca autoestima, a veces insegura, de lágrima fácil, visceral, a veces algo pesada, dura cuando me enfado, no atiendo a razones cuando algo no me gusta, me callo las cosas. Y aun así… sigue ahí. Conmigo, a mi lado, no me deja, no se va… ¿Por qué?
Dice, porque eres especial, no eres predecible, ni me haces esperar cuando quedamos, no te maquillas para ir a clase. No te da miedo la sangre, ni las cucas, ni los ratones o los lagartos. Te gusta la velocidad. Te da igual salir a comprar el pan con el pijama puesto, bajar al parking, tirar la basura… Te gusta hacer cosas nuevas, experimentar. Luchas por tus sueños y si te caes, te da igual el tamaño del golpe, te levantas… ¡Eres tú!
Soy muy insegura, no tengo autoestima, bueno, no mucha, me da miedo… dije en la carta. Pero me ha hecho entender que no es cosa mía, sino de los dos. Quizás te tenía un poco descuidada, algo olvidada. Perdón, me pide con la mirada, me abraza, me mira a los ojos y sólo dice… ¡Te amo!
¿Ahora enserio? ¡Quiero mi súper poder! ¡Ya! Anda… por fis. ¿Y tú cuál quieres?

miércoles, 18 de mayo de 2011

IMPOTENCIA


Sentir. Sentir que deseas que el mundo se pare bajo tus pies, que te envuelven unas ganas inexplicables de que el reloj se pare, de pensar que si cerraras los ojos ahora sería como si nada hubiese pasado. Sentir como la situación se te escapa de las manos, como aunque grites no puedes hablar más claro, darte cuenta de que, aunque hundida, tienes ganas de seguir luchando. Sentir como la desesperación se apodera de tu cuerpo, y comienzas a ver como el reloj de arena de tu paciencia comienza a vaciarse. Oír murmullos a tu alrededor, comentarios de los que, aunque te gustaría, en estos momentos no eres capaz de evadirte. Sentir como se vuelve inevitable la situación. Como te duele en el alma no poder hacer nada. Darte cuenta de que tus esfuerzos, quizás son en vano, de que luchas contra la nada. Sentir como la desgana comienza a apoderarse de ti. Ver como el alma se te llena, poco a poco y muy lentamente de rabia. Querer gritar y no poder, sabes que no te van a escuchar. Darte cuenta de lo triste que es la situación. Sentir como los nervios contenidos te corroen por dentro, ver como las lágrimas te arropan a cada rato, en esos momentos que tienes libre. Sentir que los por qué de tus preguntas no tienen ningún tipo de contesta, ver como quien único puede responderlas, se refugia en su mundo y no se da cuenta de que te hundes, y aunque le tiende la mano, le pides que te ayude a subir, es inútil, no se da cuenta. Sentir que no te sientes especial, querer un beso y no poder recibirlo, necesitar un abrazo y que no haya quien te lo de. Sentir como el mundo que habías construido y creías tuyo poco a poco se deshace. Sentir que la agonía ha entrado en tu vida sin pasaje de ida. Sentir que pronto te quedarás sin ganas, y con ello perderás las fuerzas y muy lentamente, pero a tu vista, será como el paso de una estrella fugaz, la rutina se ha apoderado de aquello que más quería y sientes, que ahora, de verdad, es muy difícil rescatarlo.
Sentir que te quedas sin nada… eso, más o menos, es lo que se siente cuando la impotencia se apodera de cada parte de tu ser. Sentir que ya no puedes hacer más, que aunque te subas a la montaña y grites, será en vano, el eco se comerá tus palabras y pronto, muy pronto, quizás, ya sea tarde.


martes, 17 de mayo de 2011

Desesperación.

Resulta. Resulta que puedo gritar pero no hablar más claro. Que puedo llorar sin estar triste, por simple felicidad. Resulta que puedo volar sin tener alas. Que aunque esté dentro de una cáscara de nuez, puedo sentirme reina de un espacio infinito. Resulta que puedo oír sin escuchar. Que puedo hablar sin pronunciar ni una sola palabra. Resulta que puedo estar enfadada y decirlo con una amplia sonrisa. Que puedo amanecer siendo la mujer más feliz del mundo y acostarme sintiendo que, quizás, hubiese sido mejor no levantarse. Resulta que puedo perdonar sin olvidar. Que puedo sentirme cansada y, sin embargo no dejar de luchar. Resulta que puedo decir… ¡Estoy bien! aunque por dentro esté gritando… ¡necesito un abrazo! Que puedo escuchar una canción y sentir que la escribieron fijándose en mí. Resulta, resulta, resulta… que puedo hacer tantas cosas imposibles y no puedo hacer que te des cuenta de lo que está pasando. Al final, sólo me he dado cuenta de que, resulta que puedo hacer de todo, menos actuar por ti. ¡Abre los ojos! Por favor…


sábado, 14 de mayo de 2011

¡Extremos idénticos!


Pero... todo depende de los ojos con los que mires.

¿Dónde está la regla?

A veces, me gustaría tener una regla con la que se pueda medir el tamaño de las consecuencias a determinados actos. 
Resulta, que en ocasiones, hacemos cosas que creemos que están bien hechas, pensamos que la otra persona no sabe nada, pero nos equivocamos, a veces sabe más de lo que imaginamos. En ese momento es cuando la cagamos. Cuando una mentirijilla sin importancia tiene un gran significado en la persona que creíamos, desconocía nuestros pensamientos.
A veces me pregunto ¿ por qué se inventaron tantas cosas inútiles y no esa regla ? Otras, prefiero que esa regla no exista, porque así, cuando soy yo la que sabe más de lo que otros piensan, puedo darme cuenta de lo que valen las personas, y sus actos, de cómo son en realidad. Pero luego llega el sentimiento de tristeza, el que te invade por sentir que duele más una decepción que una traición... ahora, creo que es uno de esos momentos, uno de esos días, en los que la ambigüedad me mata. En los días que me pregunto si las cosas que han cambiado han sido cambiadas desde el corazón, o simplemente por aparentar... ¡Tengo que reconocerlo! Hoy la duda me mata...
Hoy quiero tener esa regla en mis manos, hoy la busco de forma desesperada, pero no es para mí, sino para esa persona que sin darse cuenta, hoy, me ha decepcionado. 
Y es que resulta... que a veces es mejor no saber tanto... 

viernes, 13 de mayo de 2011

Uno de esos días...


Esa sensación de estar loca. De creer que vas en contra del mundo, pero que te da igual… Ese querer y no poder, saber que no está en tus manos, pero aún así, te empecinas y sigues luchando. El querer demostrar que eres fuerte, que estás bien, aunque por dentro estás peor que la típica figurita de porcelana de tu abuela, esa que tanto adoraba, y que un día, mientras jugabas le rompiste en mil pedacitos.
El decir “hoy nada va a poder conmigo” y ver como a los dos segundos te has hundido. El típico consejo de “no pierdas la esperanza”, “ten fe”, “todo irá bien”… que todos algunas vez hemos dado, pero que cuando recibimos agradecemos con la típica cara de… ¡Si ya! ¬¬ ¿pretendes que me lo crea? =)
Esa sensación de ver cómo “desde fuera” todo se ve más fácil, sí, ¡Exacto! Esa justo esa es la sensación.
Hoy, creo que me he dado cuenta de que los científicos probaron muchas cosas, y afirmaron muchas otras, pero creo que se les olvidó lo de… “Hay días que es mejor no levantarse de la cama” Sí, porque te acuestas con casi toda la ilusión del mundo, y sin embargo, amaneces como si te la hubieran arrancado, robado, durante tus sueños.
Cuando te preguntan ¿qué tal estás? Y tú respondes con toda la convicción del mundo, ¡Muy bien! Pero sabes que en el fondo te gustaría decir mal, pedir un abrazo fuerte, de esos que te hacen perder la respiración unos segundos, deseas un rato en el que te demuestren que puede pararse el tiempo, que nada importa, un momento en que te digan de verdad, de corazón, que todo irá bien, pero que te lo demuestren…. ¿Conoces esa sensación?
Pues yo sí, hoy es uno de esos días, en los que me gustaría ser yo la que “desde fuera” diga que todo va a ir bien, que no pierda la esperanza, pero resulta que hoy estoy dentro, y soy la pesimista que hundida, siente que aunque grite, nadie la oirá.


martes, 10 de mayo de 2011

The voice whitin

Amanece. Se siente extraña. Tiene miedo, cree no poder con nada. 
Está asustada, su reflejo en el espejo la indigna de una manera sobrecogedora, se ve fea, se siente débil. Intenta esconderse bajo unas ropas sencillas, tímidas, casi tan feas como ella. Respira profundo, hace como que coge algo de fuerzas y sale a la jungla urbana. Esa ciudad llena de ruidos, de personas extrañas, desconocidos que la miran al pasar. Cruza la calle, se enfunda las gafas de Sol, intentando ocultar su asustadiza mirada, se pone los auriculares y abre paso a la música. Desvanece todo mal pensamiento a medida que la melodía la invade.
Al pasar junto a un parque, observa como unos niños juegan, despreocupados, inocentes, felices... comienza a recordar cuando era ella quien jugaba, sin miedos, ni problemas, cuando se sentía feliz.
De pronto, se pregunta ¿por qué me siento así? ¿quién me impide ser feliz? El vuelo de una mariposa consigue arrancarle una sonrisa, los pajarillos comienzan a trinar con una belleza exultante. Entonces, en ese justo momento, en aquel banco de la parada de guagua, comienza a ver como está dejando que sus sueños se esfumen cual humo de cigarrillo, se indigna consigo misma. Se enfada. Se grita de forma interior, hoy se ha dado cuenta de que no sólo tiene que sentirse segura en su habitación, de una forma extraña consigue abrir los ojos, ve más allá de sus narices, se ha dado cuenta de que la clave del éxito se encuentra en la confianza en uno mismo. ¿quién me ha dicho que no puedo? se pregunta, ¿por qué no voy a poder? les replica en sus pensamientos... Se acuerda de ella, su inspiración, la ve allí, sola, indefensa, sentada en una silla de ruedas, ve como tienen que darle de comer, ya no se vale, lleva pañales, no sabe de lo que habla, pero está allí, con fuerzas, sonriendo, no sabe por qué, ni para quién, pero lo hace, es fuerte.
Ahora, unas lágrimas descienden por la mejilla de la joven asustadiza, de forma sutil, pero segura, sin aspavientos. Aprieta sus puños, se acuerda de aquella promesa que le hizo a la señora en silla de ruedas, y con convicción se dice a sí misma ¡YO PUEDO!
Amanece. Se siente feliz. Tiene miedo, pero esta vez sabe que puedo con todo, porque... ¿quién mejor que ella misma para demostrar al mundo que se equivoca?
Hoy lo sabe, sigue asustada, pero su reflejo en el espejo la recibe con una amplia sonrisa, resulta sobrecogedor, besa la foto de la señora, le susurra un te quiero, coge el bolso, respira y sabe que es fuerte, lo siente, sale convencida a la jungla urbana, dispuesta a demostrar, que, esta vez sí, lo logrará.
Sabe que aunque indefensa la señora en silla de ruedas, cumplirá su promesa, siempre estará junto a ella, apoyándola y guiándola. Porque es una mujer de palabra. La crió y hoy se siente feliz, porque aunque no sea su madre, es su abuela y sabe que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Por eso hoy es feliz, porque sabe que nunca la olvidará. Que cuando la necesite sólo ha de mirar en el fondo de su corazón y allí estará, como esa estrella que siempre resplandece, la que sobresale, no por su tamaño, sino por su brillo.
No se equivoca el ave que ensayando su primer vuelo cae al suelo, sino aquel que por temor a caer renuncia a volar, a fin de cuentas, que hay más placentero que hacer aquello que el mundo te dice que nunca podrás hacer.

¡Hay queda eso! =)

lunes, 9 de mayo de 2011

Y cuando te enamores...



Enamórate de alguien que te espera, que te comprenda aún en la locura, de alguien que te ayude, que te guíe, que sea tu apoyo, tu esperanza. Enamórate de alguien que no te traicione.
Enamórate de alguien que te espere hasta el final, que sea lo que tú no eligas, lo que no esperes, que sufra contigo, ría junto a tí, que seque tus lágrimas, te abrigue cuando sea necesario. Enamórate de alguien que camine junto a tí que sea un buen compañero, respete tus fantasías e ilusiones.
Enamórate de alguien que te ame.
No te enamores del amor, enamórate de quien cuando está cerca, hace que te ames más a tí mismo y a quien haces que se ame más a sí mismo con sólo dedicarle una sonrisa

Un instante:

Si por un instante consiguiera olvidarme de que soy una marioneta del destino y tuviera un pedazo de vida, tal vez no diría todo lo que pienso, pero si pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por su significado. Dormiría menos, para soñar más. Lograría entender que cada minuto que cierro los ojos, pierdo 60 segundos de luz.
Caminaría al ver que los demás se paran, me detendría al ver como los demás prosiguen su camino. Escucharía a los demás cuando habla y quizás, disfrutaría de un helado en buena compañía.
Con pedazo de vida vestiría sencillo y me tiraría al Sol, dejando no sólo descubierto mi cuerpo, sino también mi alma.
Escribiría mi odio sobre el hielo y me sentaría a esperar la salida del Sol.
Regaría con lágrimas las rosas para sentir el dolor de sus espinas y el rojo beso de sus pétalos. Si yo tuviera un trozo de vida...
No dejaría pasar ni un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. A la humanidad le mostraría lo equivocada que está al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, cuando en realidad envejecen al dejar de amar. A un niño le daría alas, pero le dejaría que el solo aprendiese a volar.
A los ancianos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.
¡Tantas cosas he aprendido!
He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la felicidad se haya en subir el escarpado camino, que conduce hasta ella.
He aprendido que sólo tenemos derecho de mirar a nuestros semejantes hacia abajo, cuando es para ayudarlos a levantarse.
He aprendido que por cada minuto que estoy enfadada, pierdo sesenta segundos de felicidad.
He aprendido que si lloro, las lágrimas no me dejarán ver el Sol, al igual que he aprendido que lo fácil no es caerse, sino rendirse.
¡He aprendido tantas y tantas cosas...!


Pd: adptación del poema "La Marioneta" de Gabriel García Márquez.

viernes, 6 de mayo de 2011

El dulce sabor de una mujer exquisita:

Si aún no ha pasado el bisturí por tu piel, si no tienes implantes de silicona en alguna parte de tu cuerpo, si los rollitos no te generan trauma, si nunca has sufrido de anorexia, si tu estatura no afecta tu desarrollo personal, si cuando vas a la playa prefieres divertirte en el mar y no estar sobre una toalla durante horas, si crees que la fidelidad sí es posible y la practicas, si sabes cómo se prepara un arroz, si puedes preparar un almuerzo completo con postre, si tu prioridad no es ser rubia a como de lugar, si no te levantas a las 4:00 a.m. para llegar primera al gimnasio, si puedes salir con ropa de gimnasia tranquila a la calle un domingo, sin una gota de maquillaje en el rostro....
ESTÁS EN VÍA DE EXTICIÓN. ¡ ERES UNA MUJER EXQUISITA!
Una mujer exquisita no es aquella que más hombres tiene a sus pies; si no aquella que tiene uno solo que la hace realmente feliz.
Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más flaca, ni la que tiene el cutis más terso o el cabello más llamativo; es aquella que con tan sólo una franca y abierta sonrisa, con una simple caricia y un buen consejo puede alegrarte la vida.
Una mujer valiosa no es aquella que tiene más títulos, ni más cargos académicos.
Una mujer exquisita no es la más ardiente; sino la que vibra al hacer el amor solamente con el hombre que ama.
Una mujer interesante no es aquella que se siente halagada al ser admirada por su belleza y elegancia; es aquella mujer firme de carácter que puede decir NO.
Y ¿un hombre exquisito? Sólo aquel que valora una mujer así.
Que se siente orgulloso de tenerla como compañera, que sabe tocarla como un músico virtuosísimo toca su amado instrumento.
Que lucha a su lado compartiendo todos sus roles, desde lavar platos y tender la ropa, hasta devolverle los masajes y cuidados que ella le prodigó antes. La verdad, compañeros hombres, es que las mujeres en eso de ser 'Muy machas' nos llevan gran recorrido.
¡Qué tontos hemos sido y somos cuando valoramos el "regalo" solamente por la vistosidad de su envoltorio!
TONTO Y MIL VECES TONTO EL HOMBRE QUE COME MIERDA EN LA CALLE, TENIENDO UN MANJAR EN LA CASA.
Gabriel García Márquez.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Dicen:

Dicen que la paciencia es una forma de menor desesperación disfrazada de virtud, que quien tiene paciencia obtendrá lo que desea, que es amarga pero que sus frutos son dulces, que la paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia la debilidad del fuerte, yo digo que la paciencia es buena pero cansa.
Dicen que el cuerpo aguanta todo lo que le echen, que no hay mal que dure cien años, ni tarugo que los aguante, que hierba mala nunca muere, que los buenos perfumes, al igual que los venenos, vienen en frascos pequeños, que el mundo está en manos de aquellos que tiene el coraje de soñar y correr el riesgo de vivir sus sueños. Que todo el mundo merece una segunda oportunidad, pero también están los que dicen que las segundas partes nunca fueron buenas.
Dicen que a veces la mejor forma de llorar es sonreír, que a mal tiempo buena cara, que Dios aprieta pero no ahoga, que tras la tempestad llega la calma, que nadie entra en tu camino por casualidad y que tú no entras en la vida de nadie sin ninguna razón, que valor es lo que se necesita para levantarse y hablar, pero también es lo que se requiere para sentarse y escuchar.
Dicen que duele más una decepción que una traición, que uno no es especial por sus dones, sino por sus acciones, que es muy fácil decir ¡Te quiero!, lo difícil es demostrarlo, que el hombre que siente mucho habla poco, que hay cosas tan importantes que han de descubrirse por sí solas.
Dicen que a veces es necesario entender que una retirada a tiempo no es siempre un acto cobarde, que hay que mirar el futuro, sin olvidar por ello el pasado ni dejar de vivir el presente, que hay que pensar las cosas dos veces antes de decirlas, que vale más un silencio que una palabra vacía, que no hay que gastar energía en cosas inútiles y que nos hagan sufrir, que siempre hay que buscar el lado bueno de las cosas.
Dicen que hay que saber reconocer los errores propios y no limitarse a tratar de corregir a los demás, que todos tropezamos dos veces en la misma piedra, que de los errores se aprende, que rectificar es de sabios, que más vale tarde que nunca, que la peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y sentir que no está, que es preferible perder una batalla por un sueño, que ganar una lucha sin saber por qué.
Dicen que la ocasión hay que crearla, no esperar a que llegue, que no hay cosas sin interés, sino personas incapaces de interesarse, que el cansancio trae consecuencias una de ellas es la falta de interés y la otra la perdida de los sentimientos.
Dicen que no se equivoca el ave que ensayando el primer vuelo cae al suelo, se equivoca aquella que por temor a caerse... renuncia a volar, que el mayor placer que hay en la vida es hacer aquello que la gente te dice que no puedes hacer, que aparentar tiene más letras que ser, que los perdedores dejan que las cosas pasen, mientas que los triunfadores hacen que las cosas pasen.
Dicen, dicen y seguirán diciendo… ¿pero sabes que digo yo? Que hoy, me gustaría decir ¡BASTA

martes, 3 de mayo de 2011

Siempre hay tiempo para un sueño.

Siempre hay lugar para dejarse llevar por una pasión que nos arrastre hacia el deseo.
Siempre es posible encontrar la fuerza necesaria para alzar el vuelo y dirigirse hacia lo alto.
Y es allí, y solo allí, en la altura, donde podemos desplegar nuestras alas en toda su extensión.
Solo allí, en lo más alto de nosotros mismos, en lo más profundo de nuestras inquietudes y nuestro ser, podremos separar los brazos, y volar. Podremos ser libres.

lunes, 2 de mayo de 2011

Shh...!

¿Qué es el silencio? Abstención de hablar o falta de ruido.
¿Qué significa el silencio? y... ¿mis silencios? Cada uno de ellos está cargado de significados, de sentidos.. cada uno envía un mensaje, bastante confuso para quien no me conozca o sólo me conozca superficialmente.
Cuando estoy enfadada guardo silencio porque no quiero dañar con mis palabras lanzadas desde la ira, o simplemente me niego a rebajarme al nivel de insultar mezquinamente a otra persona (se lo merezca o no).
Cuando estoy cansada, el silencio impera, porque necesito estar tranquila, recomponerme.
Cuando estoy con alguien muchas veces guardo silencio porque quiero disfrutar de esa persona, quiero disfrutar del momento.
A veces, tan solo es una forma de mostrar respeto a la persona con la que hablo, dejando de lado un cierto egoísmo que todos tenemos para dejar paso a esa persona con la que estoy.
Pero ante todo cuando estoy con “esa” persona, mi silencio implica toda la pasión que puede brotar dentro de mí y que la expreso con mi silencio, poniendo mis otros sentidos en acción, para demostrarle que dentro de mí hay un caos por su culpa.
Escucho porque quiero aprender, aprender aún más a valorar a esa persona, aprender cómo es y lo que necesita, aprender cómo funciona su mente, cómo mueve su boca, cómo mueve sus ojos, sus manos.
Mi silencio entonces se convierte en una expresión sublime de amor... y si hablo mis palabras sonarían rompiendo un silencio, un instante, un momento... y no tendrían sentido, ningún sentido.

domingo, 1 de mayo de 2011

Para mamá:

¿Qué es el tiempo? El tiempo, no es más que una suseción de pequeñas porciones de vida que gastamos existiendo, es algo etéreo, efímero, volátil, imperceptible... un "algo" inanimado que se alimenta de nuestro afán de correr contra él.
Los años no son más que eso, años, la manera que nos hemos inventado para calcular el tiempo y llevar una cuenta que no nos dice nada, más que el tiempo que hemos respirado, pero los años no son la mejor medida para calcular una vida.
La vida de alguien no se mide en segundos, ni en minutos, siquiera en horas, días, semanas, meses, ni por años, en conclusión, no se mide en términos cronológicos, ya que está hecha de algo más profundo. Por tanto hemos de medirla así: ¿Cuánto dolor hemos sufrido?, ¿cuántas sonrisas hemos esbozado?, ¿cuánta esperanza hemos derrochado?, ¿cuántas alegrías no hemos llevado?, ¿cuántas hemos dado?, ¿cuántas lágrimas hemos derramado?, ¿cuántas quedan por derramar?, ¿cómo contar uno tras otro lo momentos de soledad?, ¿las noches en vela?, ¿los sueños cumplidos?, tal vez... también ¿los rotos?, ¿cuánto hemos dado?, ¿cuánto hemos recibido?
¿Por qué pensamos que el tiempo, tan mortal, guarda la memoria de aquello que no perece?
Todo lo que has hecho, lo que nos has dado a cada uno de nosotros, el amor que nos profesas, que nos das en cada uno de tus actos... La forma en que vives tus sueños, tus miedos, tus desilusiones, también las ilusiones... cada paso que has dado, y los que te faltan por dar; en eso se resume tu vida. No en los años que cumples, o el tiempo que te acompaña, sino por lo que has hecho de tu existencia.
¡Esa maravillosa madre! excelente hija, abnegada esposa, amiga y persona. Que construyes cada día, que regalas ilusiones y las compartes, sin nunca esperar nada a cambio. Gracias por haber hecho de tí lo que eres y permitirnos disfrutarlo. Has sabido cómo disponer de cada segundo que el tiempo te ha brindado y lo has materializado en aquello que tanta gente denomina "VIVIR", porque como una vez dijo Pablo Neruda:
“Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor
que el simple hecho de respirar.”
¡Feliz día de la madre!

Pd: Tus brazos siempre se abren cuando necesito un abrazo. Tu corazón sabe comprender cuando preciso de una amiga. Tus ojos sensibles, se endurecen cuando me hace falta una lección. Tu fuerza y tu amor me han dirigido por la vida y me han dado las alas que necesitaba para volar. Porque la mujer que hoy soy, te lo debo a tí.
¡Gracias!