La leyenda:

Atlas tuvo tres hijas, las Hespérides: Egle, Eritia y Aretusa. Las tres vivían en la tierra más occidental del mundo, unas islas maravillosas en el Océano Atlántico, un paraíso terrenal donde el clima era benigno y donde los árboles daban manzanas de oro.
La diosa Gea había hecho brotar esas manzanas como regalo de bodas para Zeus y Hera.
Las Hespérides cultivaban el Jardín y éste era custodiado por Ladon, un fiero dragón que arrojaba fuego por sus cien cabezas.
Hércules, el héroe más grande de la antigüedad, recibió la misión de realizar doce tareas, consideradas muy difíciles y conocidas como "Los doce trabajos de Hércules". El undécimo trabajo de éste consitió en robar las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides. Las manzanas fueron entregadas a la diosa Atenea, quien las devolvió al jardín y sus jardineras, las Hespérides.
En cuanto a Ladon, el dragón guardián muerto por Atlas, sigue vivo en us hijos los árboles llamados dragos. Según la leyenda la sangre, que manaba de las herdias mortales del dragón, cayó sobre el jardín y de cada gota creció un drago.

Bienvenidos/as

El Jardín de las Hespérides es un lugar donde pretendo expresar y compartir todo lo que siento. El sitio donde desahogarme.
Un escondite a la luz.
¡Deseo que os guste!


domingo, 5 de agosto de 2012

Huir.

"Soy egoísta, impaciente y un poco insegura. Cometo errores, pierdo el control y a veces soy difícil de lidiar. Pero si no puedes lidiar conmigo en mi peor momento, definitivamente no me mereces en el mejor"
Una vez la grandiosa Marilyn Monroe dijo eso y hoy yo, casi siento que pensaba en mí cuando lo hizo, claro que eso es imposible ya que no salen las cuentas... pero da igual, a lo que iba.
Definitivamente ella en su día tenía razón, distamos mucho de ser perfectos.
Particularmente soy un poco de todo lo que ella era, soy impaciente y muy insegura y reconozco que no soy fácil de tratar... pero quizás si no sabes llevarme, apoyarme y aconsejarme cuando estoy mal, no mereces que comparta contigo mis buenos momentos. Quizás puede que sean escasos, pero son intensos, de eso estoy segura.
Llega un punto en el que te cansas, ya no puedes más y la primera reacción que se te ocurre es echar a correr para ver quien es capaz de seguirte, pero duele ver como esas personas que pensaste que nunca te abandonarían son las primeras que ves como se quedan pequeñitas a medida que te alejas, dicen que no hay que arrepentirse de nada, porque si sale bien mereció la pena y si sale mal, seguro que te enseñó algo, pero los sentimientos son incontrolables, por desgracia en algunos momentos.

No sé si estaré haciendo bien en huir, pero de momento es para lo único que me quedan fuerzas, para esconderme y ver si alguien es capaz de encontrarme, quizás no sea quien ahora yo deseo, pero seguro que valdrá la pena. Necesito pensar así, necesito creer que algo así es posible.

miércoles, 6 de junio de 2012

Perhaps!

Quizá había llegado el momento de soltar de una vez por todas esa rabia contenida, de derramar todas y cada una de mis lágrimas reprimidas. De vomitar todo el mal de amor que tu cuerpo había causado en las tontas mariposas que desde que te conocí habitan en mi estómago. De escupir las esperanzas que insisten en quedarse sin permiso y de arrojar por la ventana las promesas que te hice y que tú no me permitiste cumplir. Quizá es hora de decirte lo mucho que te quise y de mostrar al mundo cuanto hubiera dado porque te quedaras a mi lado y no desaparecieras asi, sin más. 
Quizá es hora de gritarte, acribillarte, exiliarte por completo de mi vida, reprocharte tu estúpida y maldita cobardía que por desgracia, a mi, me pilló desprevenida. Quizá es que ha llegado el momento de no tener ganas de descolgar el maldito teléfono para decirte cuanto es que te echo de menos. Pero a decir verdad, me resulta casi insoportable concebir la idea de que tú solito con tu orgullo decidiste que ya no formaría más parte de tu vida...

miércoles, 9 de mayo de 2012

Algún día llegará...

La RAE define el cansancio como la falta de fuerzas que resulta de haberse fatigado. Y a su vez la fatiga se define como una molestia ocasionada por un esfuerzo más o menos prolongado o por otras causas y que se manifiesta, generalmente con una respiración frecuente y difícil.
Pues yo no me siento con una respiración difícil, y si quiera tengo fatigas, pero sí me siento cansada.
Cansada de una situación que dejé de comprender hace tiempo, cansada de luchar contra viento y marea y al final, siento que para nada... 
¡Me cansé! simplemente se me agotan las fuerzas, la ilusión se esfuma entre mis dedos... lo siento, pero no puedo, yo sola no puedo.
Me he esmerado por demostrar las cosas, por cambiar, he puesto de mi parte, pero a veces es justo que los esfuerzos sean reconocidos, aunque uno haga las cosas de corazón no está de más que se tengan en cuenta y se premien... 
A veces me culpo, me culpo por andar perdiendo la ilusión, pero... sin embargo la ilusión de nada vale si la realidad no le toma de la mano.
Sí, hay promesas, muchas... pero todas en el aire y lo siento, pero quien no demuestra lo que siente está dispuesto a perder lo que quiere y a mí sólo me queda aguantar... aguantar hasta que el cuerpo y el corazón digan ¡Basta!
No es fácil, me duele, porque es complicado, ya que el corazón tiene motivos que la razón no entiende... 
He probado a llorar, a callar, a hablar... y simplemente me queda esperar, pero la espera desgasta tanto, tantísimo... 
Seguiré riendo ante la confusión, sonreiré a través de las lágrimas y recordaré que todo pasa por una razón, no sé hasta cuando, pero algo te puedo asegurar, y es que ya falta menos para ese "algún día"



domingo, 22 de abril de 2012

Batallas de abuelos.

Hasta hace unos días pensaba que el día que fuera abuela, si es que me decido primero a ser madre, no iba a tener ninguna historia que contarle a mis nietos. No me refiero a una historia personal, sino a una historia de esas que marcan el curso de la vida de muchas personas, vamos algo así como el intento de golpe de estado del 23 de Febrero de 1981, que en su día me contó a mí mi abuelo... pero, para mi sorpresa estas últimas semanas tengo una gran cantidad de anécdotas que contarle a mis nietos, a parte de las ya sabidas.
Primero les contaré que pertenezco a la primera generación que vio a España ganar un mundial de fútbol. Además les podré narrar que la primera vez que fui a votar, fue el año que más votos nulos y en blanco, hubo en la historia desde que existe el sufragio universal. Y para el final me guardaré la más divertida, esa que empezaré con un:
"Cuando en España se vivía una de las mayores crisis económicas que se conocen hasta el momento en la historia del país, cuando el número de parados ascendía a la friolera de 5.273.600, cifra inédita hasta ahora en la economía española, 577.000 personas más que el año anterior, es decir un incremento aproximado del 12.3% de parados en un año; vamos queridos nietos, España estaba en la miseria, casi podríamos decir.
El mapa político del país se tiñó de un azul celeste PP, que por momentos hasta daba miedo. Y durmiendo, plácidamente, puedo afirmar casi con total seguridad, estaba el Sr. Mariano Rajoy, es decir nuestro presidente del Gobierno. El presidente de los españoles, como a él le gustaba llamarse, aunque para mi gusto, creo que por aquel entonces se le olvidó apostillar "... de los españoles ricos"
Visto lo que se le venía encima comenzó, como era lógico y normal a hacer recortes, pero en este caso, él empleó directamente el tijeretazo. Subida de impuestos, supresión de becas, eliminación de subvenciones para el transporte en Canarias, "revisión" de la ley de dependencia; por cierto de esa comían vuestros tatarabuelos, el mes que la ingresaban, que no era siempre; prosigo, incremento del 50-66% en las tasas universitarias, cosa que por cierto, me indignó bastante dado que, por aquellas fechas, yo me mantenía firme en querer estudiar Medicina. No os podeís ni imaginar la cara de incrédulo que se le quedó a vuestro bisabuelo, ex-autónomo en paro, sin derecho a cobrarlo; cuando le comuniqué semejante noticia. La respuesta exacta fue " mi hija pues te pegarás otro año sabático y te buscarás un trabajo porque yo no tengo para pagarte 1.500 y pico euros de matrícula universitaria " (Abajo mis ilusiones por unos momentos) RTVE censurada, ... en fin una sarta de barrabasadas increíbles, que terminaban por ahogar un poco más las ilusiones de los españoles, en paro, hipotecados y sin visión de futuro visto lo visto. Ya nos veíamos con el NODO a las 21.00 siguiendo la resurrección de Franco.
Pero, ahí no acababa todo, el presidente del Gobierno, no era el único que encandilaba a los españoles con sus actuaciones, el Rey y su familia se sumaron al carro.
Más o menos una semana antes de la iluminaria idea de subir las tasas universitarias, todos los noticiarios se hacían eco de una noticia, el nieto mayor de los Reyes de España, ingresado en un hospital por un accidente con una escopeta. 
¿Qué accidente? Nada, el niño que estaba jugando con una escopeta del calibre 36 y se disparó a la pierna, "cosas de niños" dijo su abuela la reina. 
¡Claro que sí hombre! nada más acabar el relato, vamos a la armería Medina, al Calero, que os compro una escopeta del 36 a cada uno, ¿vale? Y a Belén Esteban, por hacer lo que hacen todos los famosos, cobrar por contar su vida, le querían quitar a su Andreíta. "Lucrarse de una menor" me parece que lo llamaron...
Ironías a parte. Un domingo de buena mañana, mientras el nieto recibía todavía visitas en el hospital, comunican el ingreso urgente del Rey, que se ha fracturado la cadera, el fémur... y yo no sé cuántas cosas en un accidente, bajando unas escaleras en un viaje privado a Botswana.
¿Viaje privado? y tan privado, que ni el presidente del Gobierno, "supuestamente" sabía que el Rey se había ido al sur de África a gastarse 30.000€ que los españoles no teníamos, en irse a matar elefantes, porque de toda la vida ha sido conocida la afición de su majestad por la caza.
Dejando a parte la historia de que "supuestamente" los elefantes están protegidos por aquello de la caza furtiva y el marfil... la vida nos da otro palo y vemos como España se hundía cada vez más, bajo las risas atronadoras del resto de Europeos... y todavía, para más recochineo, querían que nos preocupáramos del petróleo y la batalla del iluminado de Soria con la presidenta de Argentina, Repsol, las petrolíferas en Canarias, en terrenos, que así, de casualidad eran dirigidos por el PSOE.... ¡anda coño! vamos que les parecía poca la burla. Todavía querían más.
Nietos míos, de verdad que pensé que nunca iba a poder contaros nada tan entretenido, sarcástico e instructivo, pero es que cada día que pasaba en la crisis económica española, era una nueva anécdota."
¿Qué os parece?
Bueno, si de aquí a que tenga nietos, España sigue en pie, vendré a este mismo blog, donde tantas veces me he desahogado para contar, cual cuento de Caperucita Roja, a mis nietos, la historia de mi España a la deriva, eso entre otras cosas, como: enseñarle canciones populares "un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña, como veían que no se caía, fueron a llamar al Rey de España", juegos educativos "¿Cómo imitar a Froilán?" o les enseñaré a cotizar en bolsa, tan bien como Urdangarín... aunque pensándolo mejor, quizás hasta puedan correr con suerte y con ayuda del Cuco, Miguel Carcaño y compañía le enseñen a mis nietos a jugar al escondite tan bien como enseñaron a Marta del Castillo.
Porque queridos nietos, ni eso en España estaba bien, la justicia daba impunidad a violadores y asesinos. Así que ya podeís ir rezando para dar gracias de estar aquí.
Vamos... que si España sale de esta, es que Dios... ¡Existe!

miércoles, 4 de abril de 2012

Too tired!

Comunicación. Es lo primero que aprendemos en esta vida. Lo gracioso es que, en cuando crecemos, nos aprendemos las palabras y empezamos a hablar comenzamos a darnos cuenta de lo difícil que es saber que decir. O cómo pedir lo que realmente necesitamos. Al finalizar el día, hay cosas de las que no puedes evitar hablar. Cosas que no queremos oir, y cosas que decimos porque no podemos callárnoslas más. Hay cosas que son más de lo que decimos, son lo que hacemos. Cosas que decimos porque no nos queda otra. Cosas que nos guardamos para nosotros mismos. Y, no siempre, pero de vez en cuando, cosas que simplemente hablan por si mismas.



viernes, 23 de marzo de 2012

Impersonal.

Para algunos la personalidad es como la materia, ni se crea ni se destruye. Sólo se transforma.

miércoles, 21 de marzo de 2012

La singular historia de una niña feliz.

Ésta es la historia de una niña que quiso ser una niña feliz. 
Hace unos 4 meses y medio, aproximadamente, conocí a una joven muy peculiar. Una de esas jovencitas de hoy en día, que lo que tiene en las entrañas, de una forma casi fugaz, pasa a la punta de su lengua, para ser escupido en cuestión de, milésimas de segundo. Lo que popularmente conocemos como una persona visceral. En su caso, a veces demasiado, tanto para su gusto, como para el de los demás.
Bien, ella era de esas personas que consideraba que era mejor decir lo que pensaba, lo que sentía; de esas que decía lo que no le gustaba a esa persona que tanto quería y ¿quiere? ... En fin, a lo que estamos.
Pues así era ella. Pero, un buen día pasó algo que truncó todo su mundo.
Un día ocurrió algo que le hizo estallar. Algo que hizo que reventara por dentro, por culpa de eso que, hacia tantos meses que le quemaba el alma, algo que fue superior a sus fuerzas. Algo que funcionó tal cual gota que colma un vaso.
De pronto... ¡BOM! en cuestión de segundos la noche se tornó en una mala cara, que llevó a una mala contesta, que dio lugar a un mal entendido, que se tradujo en reproches y un grito tras otro. Una situación que quizás, no la hubiese marcado tanto si no hubiese sido con quien fue.
Pasaban los días y ella se sentía mal, culpable, herida, quizás decepcionada. Pero lo que más le pesaba era el sentimiento de culpabilidad. En esta ocasión decidió no ser orgullosa, agachó la cabeza y pidió disculpas, tanto a los asistentes a semejante show, dado noches antes, como al resto de actores secundarios y al que con ella protagonizó semejante bochorno público.
Los días pasaban y no podía evitar sentirse juzgada, juzgada por haber cometido un grave error y haber intentado enmendarlo. Culpable por haber pedido disculpas, pues hubo quien pensó, de mente retorcida, por cierto, que era un simple "lavado de conciencia".
En una pequeña, pero contundente conversación con ese alguien tan "especial" para la niña visceral, hizo una promesa. Una promesa que aunque sabía que iba a ser difícil de cumplir, estaba dispuesta a mantener.
¿Qué prometió? Inciso. Recordemos que esta jovencita era lo que popularmente se conoce como una persona visceral. Prosigo, prometido a ese "alguien" con estas palabras exactas: "De aquí en adelante cuando algo no me parezca bien no lo voy a reflejar con la cara. No haré a los demás partícipes de mis enfados. De aquí en adelante lo que yo piense sobre ciertas personas o situaciones nace conmigo y muere en mí. No quiero que se repita lo de esa noche. A partir de ahora prometo ser una niña feliz." "Por cierto, las disculpas fueron sinceras, no fue un mero lavado de cara como andan diciéndote por ahí"
Y ¿qué pasó os preguntareis? Bien. Lo que popularmente se conocía como persona visceral, ahora es una niña feliz. 
Cumplió, y hasta hoy sigue cumpliendo su promesa a rajatabla. Cuando está mal, triste, decaída y deprimida, no hace a los demás partícipes de su estado de ánimo. Respira hondo, cuenta hasta diez y justo al poner su mano en el pomo de la puerta antes de salir... dibuja en su cara una amplia sonrisa. Es lo que ella conoce como el #niñafelizmodoON. Con esa persona tan "especial" matizó ciertos aspectos, ya no le habla de según que personas, no opina y no se involucra. Y no os creáis que ha dejado de importarle, o quizás mejor expresado, de dolerle ciertas cosas, pero calla mira al frente y sonríe.
La verdad que lo llevaba bastante bien. Pero como en toda buena historia, llegó el tiempo de la bajona. El tiempo de cuestionarse ¿de qué me vale todo este esfuerzo sobrehumano que estoy haciendo? Tengo la sensación de que nadie, ni siquiera ese "alguien" me tiene en cuenta esto que estoy haciendo, en un principio pensé que lo hacía por mi bien. Pero, hace algún tiempo que me duelen ciertos aspectos de esta promesa. Antes no me rendía tan fácilmente, antes con ese "alguien" hablaba, ahora prefiero dejar que las cosas pasen, incluso esas que me duelen, pues considero que no me vale de nada hablar de algo que, tengo la impresión, de que no va a cambiar. 
Ya nadie la ve llorar, nadie le reprocha que ponga malas caras si pasa algo que no le gusta, se lleva bien con todos, "aparentemente" no comenta. Ha dejado de usar la ironía, el sarcasmo y las indirectas como una forma de expresión. Ahora es directa, breve, muy breve y "aparentemente" segura de sus palabras. Ahora, a  ojos del resto es "UNA NIÑA FELIZ" Eso que tanto ansiaban esas personas que la quieren y ese "alguien" especial. Ahora es el modelo de compañera perfecta para una fiesta y una buena cita.
Pero ahora ella se plantea una pregunta, una pregunta que no para de darle vueltas en la cabeza... ¿de verdad soy tan buena actriz?, ¿de verdad que nadie se da cuenta de qué la niña feliz el 75% de las veces es una fachada?, ¿será que nadie me conoce tan bien como pensaban, y hasta yo misma creía?, ¿de verdad que ese "alguien" especial ya no sabe mirar en el fondo de mis ojos cuando le contesto ¡Estoy bien! al preguntarme cómo estoy?
En definitiva, no puede faltar a su promesa y sigue pensando que #niñafelizmodoON es la mejor opción.
Y tú... ¿qué dices?

lunes, 19 de marzo de 2012

Feliz día

De niña, soñaba con ser grande. Pero siempre había alguien que me recordaba lo pequeña que era, para algunas cosas. Alguien que me protegió, protege y protegerá siempre.
Alguien que me enseñó lo que es el amor incondicional. Pues por muy cabezota, miedosa, o incluso hasta caprichosa, que fuera en ocasiones, siempre me recibía, y aun recibe con los brazos abiertos. 
Alguien que me enseñó que la única forma que había de aprender a montar en bici era cayéndose. Alguien que siempre me apoyó cuando las cosas no me salían bien.
Alguien que me arrestó en el momento oportuno. Y me prohibió las cosas adecuadas en el momento justo. Alguien que me enseñó a valorar, cuidar y respetar lo que uno tiene, sea mucho o poco. Alguien que tan solo con su actitud, me ha enseñado que rendirse nunca ha sido, ni será una opción. 
Alguien que siempre ha creído, cree y espero que siga creyendo en mí. 
Porque aunque más de una vez no he tratado a ese "alguien" como debería, aunque más de una vez se me haya olvidado darle las gracias por algo y aunque más de una vez no haya sido  un modelo a seguir. 
El mayor orgullo que tengo en esta vida es poder llamar a ese alguien "Papá".
Dicen que padres buenos hay muchos, pero que los buenos padres no abundan. Porque no es difícil ser un padre bueno, lo complicado es ser un buen padre. Yo tengo la suerte, la fortuna, mejor dicho de tener un buen padre.
Porque cuando nací mi padre, cuando lo merecía, aparecía para aplaudir mis logros, que mientras fui creciendo me enseñó a diferenciar lo que está bien de lo que no, en mi adolescencia ha sido la autoridad que ha puesto límites a mis deseos, pero hoy, ahora que soy una adulta, es el mejor amigo y consejero que tengo.
Aunque sé que para él siempre seguiré siendo su niña. ¡Bonito estaría que no!
Porque cuando me equivoco me ayudas en lugar de reprimirme, cuando dudo me aconsejas y siempre que te llamo estás ahí para mí. Gracias por haberme educado así, porque si hoy me puedo sentir orgullosa de algo es de ser la mujer que soy, por tener el padre que tengo.
¡Te quiero papá!

miércoles, 14 de marzo de 2012

Podría

Podría decirte que soy buena amiga, pero no todos los que alguna vez llamé amigos siguen a mi lado.
Podría  decirte que soy simpática, pero habrá quien no comparta mi opinión.
Podría decirte que soy una payasa incurable que siempre sonríe, pero alguna que otra vez también he llorado.
Podría decirte que soy cariñosa, pero a veces soy una despegada. ¡Arisca!
Podría decirte que soy de pensar con la cabeza, pero hay ocasiones en las que el corazón me juega malas pasadas.
Podría decirte que soy madura, pero tengo una niña por dentro que no tengo intenciones de perder.
Podría decirte que soy una loca, pero se comportarme en cada momento.
Podría decirte que me encanta la playa, pero me divierto mucho en esos días de mucho frío en el campo.
Podría decirte que odio que vean como me siento, pero soy muy impulsiva y los sentimientos me delatan.
Podría decirte que soy una mujer independiente, pero me encanta que me den mimos y darlos.
Podría decirte que no soy rencorosa, pero perdono y NO olvido.
Podría decirte que odio las mentiras, pero soy tan ingenua que me las creo una y otra y otra vez.
Podría decirte tantas cosas... pero me gusta mantener la intriga.

martes, 13 de marzo de 2012

La felicidad es la certeza de no sentirse perdido.

¿Cuántas veces hemos deseado borrar un instante, un momento, un día... hasta un año entero de nuestras vidas? Borrarlo todo y vaciar nuestra memoria. ¿Cuántas veces no deseamos volver a ser niños? Vivirlo todo de nuevo, recuperar lo que se fue, o dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar.
Algunos simplemente no esperan nada del tiempo. Da lo mismo regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su paso... y marchan con lágrimas en los ojos y un largo adiós.
Si deseáramos en algún momento perder completamente la memoria y apegarnos a eso de "comenzar de nuevo" ¿Cuántas cosas no perderíamos?
Serían como esas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza y luego se extrañan.
Se perdería el calor del primer beso, la sensación de que aquel amanecer fue perfecto, la nostalgia de amores pasados y la inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido esa primera vez.
Quedarían atrás los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos hicieron llorar, la primera o, incluso la última vez que vimos a ese gran amor, los brazos más cálidos, el día que pensamos que se iba a acabar el mundo, el dolor más hermoso, la sonrisa más esperanzadora, el nacimiento del sentimiento más puro.
¿En realidad comenzamos una vida nueva? o por el contrario... ¿matamos otra llena de bellos recuerdos?
Dejamos una vida y un presente con infinitas posibilidades para soñar, por un futuro incierto, hipotéticamente perfecto que no existe, un pedazo de cielo donde no sabes qué nos espera y que jamás poseeremos.

martes, 6 de marzo de 2012

La ceremonia del té

Te encuentro..
Te escucho...
Te hablo...
Te abrazo...
Te beso...
Te tengo...
Te aprieto...
Te atrapo...
Te absorbo...
Te asfixio...
¿Te quiero?

miércoles, 15 de febrero de 2012

Tempus fugit.

Siempre intentamos matar el tiempo, siendo inconscientes de que él nos acabará por matar a nosotros. Y es que, no des tiempo al tiempo, porque el tiempo no da tiempo.
Dicen que la vida se distribuye por etapas, infancia, adolescencia, madurez y vejez. Pero hoy, si, porque me da la gana, me apetece llevarle la contraria a ese tópico. Hoy decido, porque una vez más, me da la real gana, que  la vida se divide en tiempos, pero a diferencia de un partido de fútbol, que se compone de dos tiempos de 45 minutos, o de uno de baloncesto que se divide en cuatro tiempos de 15 minutos cada cual, la vida está llena de pequeños tiempos.
¿No me crees? Sigue leyendo.
Mientras eres pequeño, es el tiempo de hacer que un "pues ahora no me ajunto" sea la mejor solución a ese problema con un amigo. Es el tiempo de creer que es el Ratoncito Pérez, quien por un diente te deja 1€, el tiempo de ser muy muy, pero que muy bueno para que la noche del 5 de Enero los Reyes Magos pasen a dejarte montañas de regalos. Es el tiempo de no tener preocupaciones, que mami te haga la cama.
Es el tiempo de salir a jugar toda la tarde, después de haber hecho 4 sumas y 4 restas.
A medida que vas creciendo, aprendes que también hay tiempo para multiplicar y dividir y ahí, ta vas dando cuenta de cuanto se puede llegar a complicar tu vida, porque si tú no has hecho tu cama, mami tampoco te la habrá hecho " ya eres mayor"
Es el tiempo de comenzar a preocuparte por ¿qué me pongo? de creer que si un amigo te miente el mundo se acaba. El tiempo de tener la edad del pavo. De creer que el niño de moda de la semana no se fijará en ti por tus defectos físicos, por ser demasiado inteligente, torpe, gorda, flaca, tonta... siempre habrá un defecto, o así lo querrás ver.
Aprenderás a sobrellevarlo y cuando creas que el tiempo de la edad del pavo ha acabado, lo habrá hecho, pero ahora llega el final de la adolescencia, la vertiginosa carrera hacia los 18 que, crees que tardan una eternidad en llegar, y que sin embargo, cuando cumples, cada día ves más y más lejos, aunque estés a punto de cumplir 20 años.
El tiempo vuela. Ahora es tiempo de empezar a decidir qué hacer con tu futuro. Ahora aparte de sumar, restar, dividir, multiplicar, hacer la cama, saber que te pones, los deberes, estudiar, ayudar en casa, aunque sea por aparentar, es el tiempo de entender que esas grandes amistades del "pues ahora no me junto" pasan de ser grandes amigos a perfectos desconocidos. La hora de saber que te han mentido una, dos y hasta tres veces y que lo seguirán haciendo.
Es el tiempo de que comiencen a quererte mal, envidiarte, incluso a calumniarte por los pasillos del instituto, es el tiempo de aprender a valorar lo que cuesta un peine. De saber que dos y dos no son cuatro, son veintidós.
Siempre hay un tiempo para todo, incluso, hay tiempo para entender de que a veces, la persona que más quieres en este mundo es la que te puede llegar a hacer sentir más triste, es la hora de ver que no siempre es blanco o negro, que el gris existe. Y por cierto, se usa mucho.
Es tiempo de saber que la vida no es color de rosa, y que hay veces que esforzarte no es suficiente, que no siempre querer es poder, pero que jamás, bajo ningún concepto debes rendirte.
Hay tiempo para darte cuenta de que el niño que estaba de moda, ese que creías el amor de tu vida, no es más que un burdo chiste cuando llega ese que, a pesar de ser demasiado gorda, inteligente, torpe, flaca, tonta... a pesar de ser tú, tal cual eres, con tus defectos y virtudes, sabrá apreciarte, te hará darte valor y estará orgulloso de llamarte novia.
Aunque parezca imposible, hay un tiempo en el que añoras la infancia, eso de no saber nada, de no tener preocupaciones, de tener todo hecho, esa etapa que tanto odiaste porque siempre era lo que mamá y papá decían, quizás era la más cómoda. Porque ahora que te toca decidir, ahora que no sabes cuál es el camino correcto, ahora que te das cuenta de que la opción elegida no es la correcta, que debes retroceder y empezar tú solito por otro sitio, ahora da miedo. Antes eso era sinónimo de valentía.
Es el tiempo de saber que no siempre que sales de marcha te diviertes, porque puede que tu cuerpo esté de marcha, pero tu cabeza está en otro problema que de verdad te afecta. Y no te hablo de un examen para el que no has estudiado. Es el tiempo de ver que el pedir perdón cuesta más que nunca y que ser perdonado es un privilegio, que has de ganarte.
Hay un tiempo de investigar que las nubes no son de algodón, que son una masa de aire frío... hay tiempo para empezar a ver los informativos y darte cuenta de que el pensar qué me pongo para salir el viernes con él, no es un problema mundial, ni siquiera de estado.
Hay un tiempo de entender que la vida no es como queremos que sea, que todo es mucho más complejo.
Tiempo, tiempo y tiempo. Siempre hay un tiempo para todo, pero no para todos. Porque puedes perder dinero, belleza o incluso puedes perder un amor, pero querido amigo, si has perdido el tiempo, lo habrás perdido todo.
Pero jamás olvides que el tiempo no lo decide todo, las decisiones las tomamos nosotros, el tiempo sólo es el espacio donde pensar y luego decidir.
Porque dale tiempo al tiempo y el tiempo te enseñará muchas cosas. Pero no le des mucho "tiempo al tiempo" porque, quizás cuando quieras disfrutar del tiempo, ya no lo podrás hacer.
En definitiva, si tengo razón al decir dos cosas:
Hay un tiempo para todo y ¡Tempus fugit!

martes, 31 de enero de 2012

Rain over me

Definitivamente odio esta sensación. A veces me pregunto qué hice mal, pero por más que lo pienso, menos sé. Al final es como la pescadilla que se muerde la cola; "sólo sé que no se nada" Pues, valga la rebundancina, no se nada. Ni idea, ni puñetera idea.
Me pregunto qué necesidad tengo de sentirme la mala de una historia que ni siquiera existe, una historia que no es real, pues jamás he querido crearla, no pretendía ser cruel con mis palabras. Sólo quise expresar lo que quería de la mejor forma posible, pero una vez más, se ve que no lo hice bien.
Si callas eres malo y si eres sincero eres peor. Al final es la conclusión que me queda...
¡Perdón! Perdona si me duele, pero los sentimientos son esos parásitos incontrolables que nos desbocan, y así como estalla la pasión por dentro y te embriaga, el dolor también lo hace. Estalla y se esparce dispuesto a nublarte las entendederas, dispuesto a hacerte ver siempre el vaso medio vacío.
¡Me cansé! pero no de tí, sino de una situación que no comprendo. De una sensación que no pretendo evocar, ni en ti, ni en mí, pero a veces no hay más ciego que el que no quiere ver, ni más sordo que el que no está dispuesto a escuchar. Porque... aunque yo tenga ganas de hablar, siento que no quieres escuchar.
Hay veces que falta ese último beso, el que selle la grieta que todavía quedó abierta, porque a veces, estaría dispuesta a prenderle fuego a la lluvia, pero, sin embargo, hay veces que la lluvia me golpea tan fuerte, que a pesar de tener unas manos fuertes, mis rodillas se debilitan y soy incapaz de mantenerme en pie frente a tí y acabo a tus pies, rendida, sin fuerzas y sin más opción.


Una última pregunta: ¿Cuándo te veré de nuevo?



martes, 24 de enero de 2012

Amor propio.

Nos hicieron creer que el gran amor llega sólo una vez, pero no nos contaron que el amor no llega, si no que se genera solo, cuando menos te lo esperas. 
Las personas crecemos a través de la gente, si estamos en buena compañía, crecemos mejor, nos hacemos mejores.
Nos han hecho creer que cada uno de nosotros somos la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido, cuando encontramos nuestra propia mitad de la naranja.
Se olvidaron, quizás a drede, de contarnos que ya nacemos enteros, que nadie merece cargar a sus espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta. Nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno", dos personas pensando igual, actuando igual, y que es sólo eso es lo que funciona.
No nos contaron que eso tiene nombre: anulación. Que sólo siendo individuos, cada uno con su propia personalidad podremos tener todo tipo de relaciones saludables. Nos dijeron que el matrimonio es obligatorio, sin importar que se desconozcan aspectos fundamentales para que "esto" funcione. No nos dijeron que las normas de nuestra sociedad son contrarias a toda naturaleza. Nos contaron que los guapos y delgados son más y mejor amados. Quieren que creamos que sólo hay una forma para ser feliz, la misma para todos y que los que escapan de ella están condenados a la marginación. No nos contaron, quizás por interés, que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes y que se pueden intentar otras alternativas.
Tampoco nos dijeron que alguien nos iba a contar todo esto, cada uno tendrá que descubrirlo por sí mismo. Porque vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor.