La leyenda:

Atlas tuvo tres hijas, las Hespérides: Egle, Eritia y Aretusa. Las tres vivían en la tierra más occidental del mundo, unas islas maravillosas en el Océano Atlántico, un paraíso terrenal donde el clima era benigno y donde los árboles daban manzanas de oro.
La diosa Gea había hecho brotar esas manzanas como regalo de bodas para Zeus y Hera.
Las Hespérides cultivaban el Jardín y éste era custodiado por Ladon, un fiero dragón que arrojaba fuego por sus cien cabezas.
Hércules, el héroe más grande de la antigüedad, recibió la misión de realizar doce tareas, consideradas muy difíciles y conocidas como "Los doce trabajos de Hércules". El undécimo trabajo de éste consitió en robar las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides. Las manzanas fueron entregadas a la diosa Atenea, quien las devolvió al jardín y sus jardineras, las Hespérides.
En cuanto a Ladon, el dragón guardián muerto por Atlas, sigue vivo en us hijos los árboles llamados dragos. Según la leyenda la sangre, que manaba de las herdias mortales del dragón, cayó sobre el jardín y de cada gota creció un drago.

Bienvenidos/as

El Jardín de las Hespérides es un lugar donde pretendo expresar y compartir todo lo que siento. El sitio donde desahogarme.
Un escondite a la luz.
¡Deseo que os guste!


sábado, 26 de abril de 2014

Malas costumbres.

El ser humano es tendente al error. La perfección no existe, y pese a creernos muchas veces "la raza superior" estamos a millones de años luz de, tan solo, empezar a serlo.
Somos seres viciados, maniáticos, repetitivos, empalagosos, cabezotas, muchas veces estúpidos y llenos hasta los topes de malas costumbres.
Le dejamos al panadero más pan de lo que necesitamos al día, para finalmente, acumular una bolsa de pan duro a lo largo de la semana. Olvidamos que los bolígrafos y rotuladores tienen tapa, pero luego nos quejamos si se secan y no escriben. Le echamos la culpa al vecino si buscamos algo de nuestra pertenencia y no aparece, pero resulta que quien lo dejó fuera del sitio fuimos nosotros. Olvidamos que una conversación de whatssapp  JAMÁS sustituirá a una agradable charla con esa persona tan especial. Llamamos analfabetos a los más desfavorecidos porque no han tenido la suerte de tener quien les enseñara a leer y escribir, pero como nos digan de leer un libro contestamos "¿estás loco?", "si, no tengo nada mejor qué hacer ahora" o cualquier otra burrada similar.
Nos creemos perfectos y no lo somos.
Pensamos que podemos dejar para mañana todo eso que hoy, siempre por alguna excusa estúpida, carente de sentido y fundamento, hemos dejado sin hacer, o simplemente porque le hemos dado más importancia a cosas secundarias. Pero nunca nos paramos a pensar que quizás mañana ya sea tarde. Creemos que las personas son eternas y que siempre, estarán ahí cuando las necesitemos, o simplemente cuando nos apetezca acordarnos de que existen, tienen sentimientos y sufren.
Probablemente estos últimos sean nuestros errores más comunes y las peores de nuestras malas costumbres. 
Nuestro problema es que hasta que no es demasiado tarde, no apreciamos que quizás mañana ya es demasiado tarde, que el tiempo se va y no vuelve y ese sí que no da segundas oportunidades. No entendemos que muchos de nuestros actos hieren a las mismas personas que le decimos "te quiero" o "te amo", esas a las que, minutos más tarde decepcionamos con nuestros hechos.
Nadie es eterno y mucho menos perfecto, la paciencia no es infinita y el amor que sienten por nosotros tampoco lo será si no lo apreciamos y cuidamos. Es como una flor, bella y delicada, pero que necesita cuidados, si no la riegas, antes o después... ¡marchitará!
En resumidas cuentas, los seres humanos somos unos charlatanes, tenemos la puñetera mala costumbre de hacer miles de promesas que luego no estamos dispuestos a cumplir, bien por cobardes o bien porque olvidamos esto tan importante y es que, la paciencia no es infinita y mañana ya no es ni hoy, ni ahora.
Siento decir que las personas a las que decimos querer y aquellas que nos demuestran querernos no van a estar ahí siempre, bien porque haya llegado su hora o bien porque, por una cosa u otra nosotros mismos, lentamente y base de una decepción tras otra, y un dolor tras otro, las hayamos alejado de nosotros. Esas son las peores despedidas, las que no vemos venir y de las que, de una forma u otra somos los únicos y completos culpables. Y por otro lado, el amor no es un simple "te amo" en la pantalla de tu smartphone. El amor no es un "lo siento" cada media hora, o cada dos días, el amor no es echar un polvo al final de la semana. El amor no son millones de promesas por cumplir. El amor no es decirle a tu madre, "voy", o "sí ahora lo hago", porque quizás nunca vayas o finalmente ahora nunca llegue.
Quizás sea la persona menos indicada para decirte lo que es el amor, pero como el otro que dice, no sé qué quiero, pero sí lo que no quiero.
Y lo que hoy no quiero es que mañana te lamentes por no haber entendido a tiempo todas y cada una de las señales de cansancio que "alguien" te dio y no supiste o no quisiste interpretar a tiempo; pero de una cosa sí estoy segura, ¡te quiero!, ¡te amo! y ¡lo siento!, pero más ¡me quiero!, ¡me amo! y ¡lo siento!, pero por mí.




domingo, 20 de octubre de 2013

Desaparecer.

Una de las acepciones que recoge la RAE en el verbo desaparecer es, literalmente dejar de existir. A veces sería lo ideal, desintegrarse por un rato. Olvidarse de todo y de todos. Que las preocupaciones se tornaran gas en el espacio y se esparcieran tanto que se esfumaran. En ocasiones desearía irme lejos, tanto como pudiese, echarme a caminar y perder la noción del tiempo y el espacio, a veces me encantaría DESAPARECER
Hay momentos de la vida en los cuales descubrimos que hemos dado tanto por una determinada causa o persona que incluso dejamos de pertenecernos a nosotros mismos. En ese momento queremos pensar que somos capaces de decir "ni quiero, ni busco, ni ruego" pero entonces nos damos cuenta que el corazón tiene razones que la razón no entiende... En ese instante comprobamos lo grande que ha sido nuestra entrega y amor por esa causa que creíamos ¿especial? y también, justo en ese instante, nos percatamos de que muchos de nuestros esfuerzos han sido en vano.
A veces, me gustaría decir las cosas a la cara, sin intermedios, pero es que, resulta, que en ocasiones, cuando lo intento, las palabras se me pierden rumbo a la lengua y emocionarme, se vuelve inevitable.
Por eso escribo, porque si hablo lloraré, y estoy cansada de sentirme débil, cansada de ser plato de segunda mesa, cansada de no ser ¡ESPECIAL! cansada de que lo que siento no quede dicho, pero que siga siendo... así que sólo me queda ¿desparecer? Irme lejos, para ver quién corre detrás de mí, quién me busca, quién me echa en falta y quién se alegra de mi partida...
¡Qué triste resulta! Tener la certeza de que sólo se echan en falta las cosas y a las personas cuando ya no las tenemos cerca, pero quizás sólo esa sea la solución.

¡D E S A P A R E C E R!



domingo, 13 de octubre de 2013

Me quejo pero... y ¿a mí? ¡A mí me encanta divertirme!

Nos quejamos, nos encanta quejarnos. ¡Hay que admitirlo!
Los seres humanos somos inconformistas por naturaleza, tenemos prácticamente de todo, pero nunca es suficiente.
Cuando comienza el invierno queremos que sea verano y cuando llega el verano nos quejamos del calor.
Luchamos sin control para lograr entrar en una determinada carrera, pero cuando estamos dentro nos quejamos por el exceso de trabajo y estrés que nos produce.
Nos gusta comer caliente, pero nos quejamos cuando hay que soplar.
Adoramos las nuevas tecnologías pero nos quejamos del control excesivo que proporcionan a los demás de nuestra vida.
Aspiramos a encontrar a esa media naranja y cuando la tenemos nos quejamos de cómo nos trata, de las pequeñas discusiones del día a día y de todo lo que el amor implica.
Y nos quejamos y nos quejamos y volvemos a quejarnos.
¿Dónde está el problema? Aparte de esa innata cualidad de inconformistas que tenemos... Queremos que las cosas sean "ideales" y nos olvidamos de que la perfección no existe.
Alguna vez te has preguntado por qué te decepciona la gente... si no lo has hecho y si sí, pero no has hallado respuesta ya te lo digo yo; la gente nos decepciona porque de ellos lo mismo que nosotros les damos. Olvidándonos de que cada persona es un mundo y que no todos están dispuestos a entregarse en cuerpo y alma a una determinada causa...
Yo particularmente prefiero ver el lado bueno de las cosas y aprender de ellas.
Me declaro inconformista, sí, pero ¿qué le voy a hacer? si es mi naturaleza humana... siempre quiero más. Por eso procuro exigirme cada día un poco más.
Cuando comienza el invierno me hacen falta los días de playa y piscina, ansío tomar el sol y comer helado a toda hora y cuando llega el verano echo de menos las noches frías bajo una manta y los asaderos en el campo con el fresquito.
He luchado con todas mis fuerzas por alcanzar mi sueño, aún no lo he logrado, pero no me rindo y sí, me quejo del exceso de trabajo y el estrés, pero cuando veo que mi esfuerzo tiene recompensa sonrío y sigo adelante, subiendo peldaño a peldaño y luchando por mi sueño.
Adoro un buen plato de comida caliente, pero odio que esté hirviendo y tener que soplar para poder comérmela, porque ya no me sabe igual; eso sin contar que sentir que me he quemado la lengua es una sensación que me exaspera.
Me encanta el facebook, whatsapp y twitter... pero a veces reconozco que hago mal uso de ellas. Las empleo como vías de investigación con algunas personas y cuando me lo hacen a mí y me lo reprochan me cabreo.
Cuando estaba soltera siempre veía a los demás enamorados y felices de la vida y pensaba que yo nunca tendría a alguien que me tratara así... hace cinco años cuando le encontré estaba en un momento de mi vida en que había dicho ¡No al amor! y al final... acabé rendida a sus pies; reconozco que a veces si pudiera le mataría, que odio pelearme, pero que me encanta todo lo que una buena reconciliación implica.
Y me quejo y me quejo y me seguiré quejando.
Porque siempre que se critique algo de forma constructiva valdrá la pena. Porque para aprender hay que equivocarse y porque vivir la vida conformándose con todo no es nada divertido y... ¿a mí? a mí me encanta divertirme.


La vida no es la fiesta que esperaba, pero mientras esté en ella... ¡Bailaré!

martes, 9 de julio de 2013

Momentos.

Después de tener abandonado mi blog durante algún tiempo, de pronto ha vuelto esa inspiración, perdida por el estrés de los estudios y este es resultado:
Siempre me han acusado de tomarme las cosas muy a pecho, que a todo le doy demasiadas vueltas y que no debería preocuparme tanto por ciertas cosas.
Pues bien, he llegado a ese momento.
En otro tiempo determinadas situaciones que acontecen me habrían hecho llorar, tanto, que habría terminado por perder toda mi fuerza, hubiera sucumbido a los encantos de las dulces y a la vez saladas lágrimas perdiendo así toda oportunidad de salir a flote, en otro tiempo determinadas situaciones que acontecen me habrían hecho derrumbarme.
En la vida hay momentos para reírse, momentos para llorar, momentos de caer y claro está, momentos de volver a ponerse en pie. En la vida hay momentos de enfadarse y momentos para vengarse.
Y… ahora ¿de qué es momento?
Es momento de que dé a cada cosa el valor que en realidad tiene, ni más ni menos, es momento de que me preocupe de mí, momento de preocuparme por los demás lo mismo que ellos/as se preocupan de mí, es momento de vivir...
Antes caía fácilmente en las garras de la tristeza, me derrumbada desde el primer instante que algo no me salía bien, era capaz de llorar durante horas, incluso durante toda una noche. Ahora, nada es igual.
Ya no lloro durante horas, ya no sucumbo a los encantos de las dulces y saladas lágrimas. Ahora no pierdo mi tiempo en llorar inmerecidamente por nada o nadie. Me ha costado, pero he terminado por darme cuenta que mis lágrimas son un tesoro demasiado valioso como para andar por ahí desperdiciándolo. Me he dado cuenta de que las únicas lágrimas que de verdad merecen ser derramadas son las de alegría.
¿Sabes? A veces me da por autoevaluarme y pienso que quizás, en estos tiempos que acontecen me he vuelto una insensible, pareciera que nada me importa; pero sólo yo sé que eso no es así. Sólo que no merece la pena demostrar todo lo que sientes, porque ese es el mayor error que puede cometer una persona; pues le ofreces a otra persona todo el poder sobre ti, le das el arma más eficaz para derrocarte. Y ese lujo, no puedo ni debo permitírmelo nuevamente.
Quizás a determinadas personas les pueda extrañar mi nueva forma de actuar para con ellas, pero a mi juicio sólo les trato como hace tiempo debí tratarles. Quizás antes lloraba por esas personas, pero me he dado cuenta que ya no merece la pena. No, no la merece, porque toda esa fuerza que pierdo en llorar podría emplearla en mí y mi bienestar.
Puede que todo esto suene demasiado egoísta, pero qué se le va a hacer, dicen que una persona cambia por dos razones, aprendió lo suficiente o sufrió demasiado. 
En estos momentos sólo tengo dos opciones: vengarme o demostrar que soy mejor persona. Y cómo bien dicen por ahí… ¿para qué perder el tiempo en venganzas si ignorar duele más?
Hoy, aquí y ahora es momento de ignorar.





domingo, 5 de agosto de 2012

Huir.

"Soy egoísta, impaciente y un poco insegura. Cometo errores, pierdo el control y a veces soy difícil de lidiar. Pero si no puedes lidiar conmigo en mi peor momento, definitivamente no me mereces en el mejor"
Una vez la grandiosa Marilyn Monroe dijo eso y hoy yo, casi siento que pensaba en mí cuando lo hizo, claro que eso es imposible ya que no salen las cuentas... pero da igual, a lo que iba.
Definitivamente ella en su día tenía razón, distamos mucho de ser perfectos.
Particularmente soy un poco de todo lo que ella era, soy impaciente y muy insegura y reconozco que no soy fácil de tratar... pero quizás si no sabes llevarme, apoyarme y aconsejarme cuando estoy mal, no mereces que comparta contigo mis buenos momentos. Quizás puede que sean escasos, pero son intensos, de eso estoy segura.
Llega un punto en el que te cansas, ya no puedes más y la primera reacción que se te ocurre es echar a correr para ver quien es capaz de seguirte, pero duele ver como esas personas que pensaste que nunca te abandonarían son las primeras que ves como se quedan pequeñitas a medida que te alejas, dicen que no hay que arrepentirse de nada, porque si sale bien mereció la pena y si sale mal, seguro que te enseñó algo, pero los sentimientos son incontrolables, por desgracia en algunos momentos.

No sé si estaré haciendo bien en huir, pero de momento es para lo único que me quedan fuerzas, para esconderme y ver si alguien es capaz de encontrarme, quizás no sea quien ahora yo deseo, pero seguro que valdrá la pena. Necesito pensar así, necesito creer que algo así es posible.

miércoles, 6 de junio de 2012

Perhaps!

Quizá había llegado el momento de soltar de una vez por todas esa rabia contenida, de derramar todas y cada una de mis lágrimas reprimidas. De vomitar todo el mal de amor que tu cuerpo había causado en las tontas mariposas que desde que te conocí habitan en mi estómago. De escupir las esperanzas que insisten en quedarse sin permiso y de arrojar por la ventana las promesas que te hice y que tú no me permitiste cumplir. Quizá es hora de decirte lo mucho que te quise y de mostrar al mundo cuanto hubiera dado porque te quedaras a mi lado y no desaparecieras asi, sin más. 
Quizá es hora de gritarte, acribillarte, exiliarte por completo de mi vida, reprocharte tu estúpida y maldita cobardía que por desgracia, a mi, me pilló desprevenida. Quizá es que ha llegado el momento de no tener ganas de descolgar el maldito teléfono para decirte cuanto es que te echo de menos. Pero a decir verdad, me resulta casi insoportable concebir la idea de que tú solito con tu orgullo decidiste que ya no formaría más parte de tu vida...

miércoles, 9 de mayo de 2012

Algún día llegará...

La RAE define el cansancio como la falta de fuerzas que resulta de haberse fatigado. Y a su vez la fatiga se define como una molestia ocasionada por un esfuerzo más o menos prolongado o por otras causas y que se manifiesta, generalmente con una respiración frecuente y difícil.
Pues yo no me siento con una respiración difícil, y si quiera tengo fatigas, pero sí me siento cansada.
Cansada de una situación que dejé de comprender hace tiempo, cansada de luchar contra viento y marea y al final, siento que para nada... 
¡Me cansé! simplemente se me agotan las fuerzas, la ilusión se esfuma entre mis dedos... lo siento, pero no puedo, yo sola no puedo.
Me he esmerado por demostrar las cosas, por cambiar, he puesto de mi parte, pero a veces es justo que los esfuerzos sean reconocidos, aunque uno haga las cosas de corazón no está de más que se tengan en cuenta y se premien... 
A veces me culpo, me culpo por andar perdiendo la ilusión, pero... sin embargo la ilusión de nada vale si la realidad no le toma de la mano.
Sí, hay promesas, muchas... pero todas en el aire y lo siento, pero quien no demuestra lo que siente está dispuesto a perder lo que quiere y a mí sólo me queda aguantar... aguantar hasta que el cuerpo y el corazón digan ¡Basta!
No es fácil, me duele, porque es complicado, ya que el corazón tiene motivos que la razón no entiende... 
He probado a llorar, a callar, a hablar... y simplemente me queda esperar, pero la espera desgasta tanto, tantísimo... 
Seguiré riendo ante la confusión, sonreiré a través de las lágrimas y recordaré que todo pasa por una razón, no sé hasta cuando, pero algo te puedo asegurar, y es que ya falta menos para ese "algún día"



domingo, 22 de abril de 2012

Batallas de abuelos.

Hasta hace unos días pensaba que el día que fuera abuela, si es que me decido primero a ser madre, no iba a tener ninguna historia que contarle a mis nietos. No me refiero a una historia personal, sino a una historia de esas que marcan el curso de la vida de muchas personas, vamos algo así como el intento de golpe de estado del 23 de Febrero de 1981, que en su día me contó a mí mi abuelo... pero, para mi sorpresa estas últimas semanas tengo una gran cantidad de anécdotas que contarle a mis nietos, a parte de las ya sabidas.
Primero les contaré que pertenezco a la primera generación que vio a España ganar un mundial de fútbol. Además les podré narrar que la primera vez que fui a votar, fue el año que más votos nulos y en blanco, hubo en la historia desde que existe el sufragio universal. Y para el final me guardaré la más divertida, esa que empezaré con un:
"Cuando en España se vivía una de las mayores crisis económicas que se conocen hasta el momento en la historia del país, cuando el número de parados ascendía a la friolera de 5.273.600, cifra inédita hasta ahora en la economía española, 577.000 personas más que el año anterior, es decir un incremento aproximado del 12.3% de parados en un año; vamos queridos nietos, España estaba en la miseria, casi podríamos decir.
El mapa político del país se tiñó de un azul celeste PP, que por momentos hasta daba miedo. Y durmiendo, plácidamente, puedo afirmar casi con total seguridad, estaba el Sr. Mariano Rajoy, es decir nuestro presidente del Gobierno. El presidente de los españoles, como a él le gustaba llamarse, aunque para mi gusto, creo que por aquel entonces se le olvidó apostillar "... de los españoles ricos"
Visto lo que se le venía encima comenzó, como era lógico y normal a hacer recortes, pero en este caso, él empleó directamente el tijeretazo. Subida de impuestos, supresión de becas, eliminación de subvenciones para el transporte en Canarias, "revisión" de la ley de dependencia; por cierto de esa comían vuestros tatarabuelos, el mes que la ingresaban, que no era siempre; prosigo, incremento del 50-66% en las tasas universitarias, cosa que por cierto, me indignó bastante dado que, por aquellas fechas, yo me mantenía firme en querer estudiar Medicina. No os podeís ni imaginar la cara de incrédulo que se le quedó a vuestro bisabuelo, ex-autónomo en paro, sin derecho a cobrarlo; cuando le comuniqué semejante noticia. La respuesta exacta fue " mi hija pues te pegarás otro año sabático y te buscarás un trabajo porque yo no tengo para pagarte 1.500 y pico euros de matrícula universitaria " (Abajo mis ilusiones por unos momentos) RTVE censurada, ... en fin una sarta de barrabasadas increíbles, que terminaban por ahogar un poco más las ilusiones de los españoles, en paro, hipotecados y sin visión de futuro visto lo visto. Ya nos veíamos con el NODO a las 21.00 siguiendo la resurrección de Franco.
Pero, ahí no acababa todo, el presidente del Gobierno, no era el único que encandilaba a los españoles con sus actuaciones, el Rey y su familia se sumaron al carro.
Más o menos una semana antes de la iluminaria idea de subir las tasas universitarias, todos los noticiarios se hacían eco de una noticia, el nieto mayor de los Reyes de España, ingresado en un hospital por un accidente con una escopeta. 
¿Qué accidente? Nada, el niño que estaba jugando con una escopeta del calibre 36 y se disparó a la pierna, "cosas de niños" dijo su abuela la reina. 
¡Claro que sí hombre! nada más acabar el relato, vamos a la armería Medina, al Calero, que os compro una escopeta del 36 a cada uno, ¿vale? Y a Belén Esteban, por hacer lo que hacen todos los famosos, cobrar por contar su vida, le querían quitar a su Andreíta. "Lucrarse de una menor" me parece que lo llamaron...
Ironías a parte. Un domingo de buena mañana, mientras el nieto recibía todavía visitas en el hospital, comunican el ingreso urgente del Rey, que se ha fracturado la cadera, el fémur... y yo no sé cuántas cosas en un accidente, bajando unas escaleras en un viaje privado a Botswana.
¿Viaje privado? y tan privado, que ni el presidente del Gobierno, "supuestamente" sabía que el Rey se había ido al sur de África a gastarse 30.000€ que los españoles no teníamos, en irse a matar elefantes, porque de toda la vida ha sido conocida la afición de su majestad por la caza.
Dejando a parte la historia de que "supuestamente" los elefantes están protegidos por aquello de la caza furtiva y el marfil... la vida nos da otro palo y vemos como España se hundía cada vez más, bajo las risas atronadoras del resto de Europeos... y todavía, para más recochineo, querían que nos preocupáramos del petróleo y la batalla del iluminado de Soria con la presidenta de Argentina, Repsol, las petrolíferas en Canarias, en terrenos, que así, de casualidad eran dirigidos por el PSOE.... ¡anda coño! vamos que les parecía poca la burla. Todavía querían más.
Nietos míos, de verdad que pensé que nunca iba a poder contaros nada tan entretenido, sarcástico e instructivo, pero es que cada día que pasaba en la crisis económica española, era una nueva anécdota."
¿Qué os parece?
Bueno, si de aquí a que tenga nietos, España sigue en pie, vendré a este mismo blog, donde tantas veces me he desahogado para contar, cual cuento de Caperucita Roja, a mis nietos, la historia de mi España a la deriva, eso entre otras cosas, como: enseñarle canciones populares "un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña, como veían que no se caía, fueron a llamar al Rey de España", juegos educativos "¿Cómo imitar a Froilán?" o les enseñaré a cotizar en bolsa, tan bien como Urdangarín... aunque pensándolo mejor, quizás hasta puedan correr con suerte y con ayuda del Cuco, Miguel Carcaño y compañía le enseñen a mis nietos a jugar al escondite tan bien como enseñaron a Marta del Castillo.
Porque queridos nietos, ni eso en España estaba bien, la justicia daba impunidad a violadores y asesinos. Así que ya podeís ir rezando para dar gracias de estar aquí.
Vamos... que si España sale de esta, es que Dios... ¡Existe!