La leyenda:

Atlas tuvo tres hijas, las Hespérides: Egle, Eritia y Aretusa. Las tres vivían en la tierra más occidental del mundo, unas islas maravillosas en el Océano Atlántico, un paraíso terrenal donde el clima era benigno y donde los árboles daban manzanas de oro.
La diosa Gea había hecho brotar esas manzanas como regalo de bodas para Zeus y Hera.
Las Hespérides cultivaban el Jardín y éste era custodiado por Ladon, un fiero dragón que arrojaba fuego por sus cien cabezas.
Hércules, el héroe más grande de la antigüedad, recibió la misión de realizar doce tareas, consideradas muy difíciles y conocidas como "Los doce trabajos de Hércules". El undécimo trabajo de éste consitió en robar las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides. Las manzanas fueron entregadas a la diosa Atenea, quien las devolvió al jardín y sus jardineras, las Hespérides.
En cuanto a Ladon, el dragón guardián muerto por Atlas, sigue vivo en us hijos los árboles llamados dragos. Según la leyenda la sangre, que manaba de las herdias mortales del dragón, cayó sobre el jardín y de cada gota creció un drago.

Bienvenidos/as

El Jardín de las Hespérides es un lugar donde pretendo expresar y compartir todo lo que siento. El sitio donde desahogarme.
Un escondite a la luz.
¡Deseo que os guste!


miércoles, 27 de julio de 2011

¿Qué quieres?

Quiero abrazarte. Abrazarte hasta que tu olor impregne mi ropa y sienta el latir de tu corazón junto al mío. Quiero hacerlo hasta que sienta que si me soltases me desvanecería.
Quiero aprender de memoria tu rostro hasta ser capaz de adivinar si vas a sonreir, a hablar o a permanecer en silencio; quiero ser capaz de sentir cuando tu corazón pierde la calma y una lagrimilla luche por salir contra tu voluntad.
Quiero conocerte a fondo hasta saber qué canción te hace llorar y qué película te hace reír. Quiero conocer como eres cuando no estás conmigo.
Quiero besarte. Besarte hasta quedar tatuada en tu alma. Besarte hasta que el mundo se pare y mi sabor sea el único que puedas recorda.
Quiero ser alguien en tu vida. Quiero que pienses en mí, que me eches de menos siempre que no esté contigo, que creas que el tiempo que estuviste lejos de mí no fue más que tiempo perdido.
Quiero una llamada tuya cuando no puedas dormir de tanto extrañarme.
Quiero que aparezcas por sorpresa para abrazarme.
Quiero un cálido paseo de tu mano bajo el frío cielo invernal.
Quiero que, sin decirte nada, sepas que te necesito.
Quiero que al despertar todo lo soñado sea real.
Te quiero a ti, y no quiero nada más.





lunes, 25 de julio de 2011

Una y mil veces...

De pronto... ¡se paró el mundo, se detuvo el reloj! Sólo éramos tú y yo. Todo dejó de importar.
No podía oír nada más que no fuera tu respiración, ni sentir nada más que no fuera tu piel.
Las revoltosas caricias hacían que cada milímetro de mi ser se estremeciera poco a poco, los besos eran cada vez más intensos y los susurros al oído provocaban sonrisitas estúpidas en mi cara...
Era ir del fuego a las cenizas y viceversa, como perdernos poco a poco el uno en el otro y muy lentamente fundirnos en uno. 
Pronto desaparecieron la noción del tiempo y del espacio, nos brindamos tanto que el mundo dejó de existir durante un rato. 
Olvidarse de todo, menos de ese momento.

lunes, 18 de julio de 2011

This is my soul

Tan solo a veces encontramos el sentido de muchas cosas. Cosas que nos parecen infinitamente más pequeñas de lo de verdad son. Pequeñas porque pasan desapercibidas, casi siempre con el mal endémico de nuestras vidas, ese que se llama rutina. La auténtica asesina de nuestros sueños.
Mientras soñamos, nuestro subconsciente nos aleja de ella y nos muestra un mundo nuevo, influenciado por nuestras propias ideas y sentimientos. Un mundo libre de ataduras en el que somos los eternos protagonistas.
La pasión con la que podemos recordar un sueño, puede ser una bola de nieve que llegue a abarcar desde el pequeño detalle, hasta el más bello ideal que pueda tener el soñador.
La importancia de los sueños radica en la intensidad en la que se ha vivido un momento dado, o en la situación inmediatamente anterior al sueño. Puede ser un momento o toda una vida. Da lo mismo. Tu cabeza es la que dicta las normas. Mejor dicho, la parte que no conocías de tu cabeza.
Como dije antes, vivimos en un rutinario mundo que encadena a la rueda del olvido los sueños más hermosos o las pesadillas más extrañas.
Si eres creador, observa tus sueños. Despierto siempre se usa una pequeña parte de tu cerebro. Si te atreves a observar con detalle el mundo te darás cuenta que, al fin y al cabo, son situaciones familiares. Lugares que se parecen a sitios conocidos. Situaciones semejantes que parecen adivinar tu posición en ese mismo momento.
El tener un don también puede ser un defecto. El que estés perdido implica que buscas una determinada solución. Que sueñes cosas raras puede que tenga que ver con los momentos tan intensos de esa peli de terror que viste, o en aquel susto que te gastaron tus amigos en la infancia. 
Todo tiene que ver con todo. El subconsciente no se ve reflejado mientras se está despierto, por mucho que algunos se esfuercen en demostrarlo, lo que sí hace es “aprender” de lo que vive la parte consciente. Cuando sueñas, él tan solo se encarga de alinear según le convenga la información según la forma que quiera. Como tener las piezas de una casa de Lego desordenada y que milagrosamente, vuelven a unirse formando una casa distinta pero semejante.
¿Merece la pena el labrar cosas en torno a esos sueños? ¿Merece la pena hacerles caso con lo que nos dicen las personas que lo pueblan? ¿Merece la pena “aprender” de ellos?
No lo sé, pero lo que sí he llegado a saber es que, si cuentas un sueño éste jamás se realizará.



jueves, 7 de julio de 2011

Diario de: 3 noches en vela.

Insomnio: dicese del estado de vigilia, la falta de sueño a la hora de dormir. 3 noches, tres largas y eternas noches de insomnio sin razón aparente.
Tener sueño y no poder dormir, si extraña sensación.
Creo que nunca había dado tantas vueltas en la cama, y por mucho que lo intenté jamás conseguí superar tantos niveles seguidos de Mario Karts con la DS...
Bostezo. ¡Bien! ya tengo sueño... 3 minutos más tarde, aun teniendo los ojos cerrados... no me duermo, la cabeza no para de dar vueltas.
Me levanto al baño, me acuesto, me tapo. Calor repentino... a destaparse de nuevo.
Creo que he visto las fotos que tengo en el móvil como unas 100 veces, sin exagerar, durante estas tres noches.
Los nervios me comen en la cama. Estoy cansada, pero nada al sueño no le da la gana de venir... creo que ya tengo un cronómetro interno que hace que cada 5 minutos ande mirando el reloj del móvil.
Los juegos del tuenti hasta resultan aburridos después de tantas horas...
¡Comprobado! Contar ovejitas no funciona, ni eso de pensar en cosas bonitas como decía mi abuela cuando era niña...
¡Me juran que esto me va a pasar y no me lo creo!
¿Lo mejor de todo? Que cuando consigo conciliar el sueño quedan dos horas para tener que levantarte...
¡Buenos días! Creo que es lo que me dice el corrector de ojeras últimamente... la valeriana no sirve y la desesperación hace que me den más nervios ya así entro en un bucle, un ciclo vicioso que parece que no acabará nunca.
De día te mueres de sueño, pero la ilusión de descanzar a mi hora hace que no duerma la siesta... pero, no sirve de nada.
S.O.S
¿Quedan muchas noches de insomnio?

lunes, 4 de julio de 2011

Grey's anatomy

Los cirujanos siempre tienen un plan, donde cortar donde poner el clan, donde coser, pero hasta en los mejores planes surgen complicaciones, las cosas pueden ir mal y te dejan en bragas. 
Los planes no cuentan con lo inesperado y cuando algo no sale como pensabamos en el quirofano o en la vida, debemos improvisar; aunque algunos se les da mejor que a otros. Algunos tenemos que acudir al plan B y aprovecharlo al maximo. A veces, lo que queremos es lo que necesitamos, pero otras veces lo que necesitmos es un plan nuevo.