La leyenda:

Atlas tuvo tres hijas, las Hespérides: Egle, Eritia y Aretusa. Las tres vivían en la tierra más occidental del mundo, unas islas maravillosas en el Océano Atlántico, un paraíso terrenal donde el clima era benigno y donde los árboles daban manzanas de oro.
La diosa Gea había hecho brotar esas manzanas como regalo de bodas para Zeus y Hera.
Las Hespérides cultivaban el Jardín y éste era custodiado por Ladon, un fiero dragón que arrojaba fuego por sus cien cabezas.
Hércules, el héroe más grande de la antigüedad, recibió la misión de realizar doce tareas, consideradas muy difíciles y conocidas como "Los doce trabajos de Hércules". El undécimo trabajo de éste consitió en robar las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides. Las manzanas fueron entregadas a la diosa Atenea, quien las devolvió al jardín y sus jardineras, las Hespérides.
En cuanto a Ladon, el dragón guardián muerto por Atlas, sigue vivo en us hijos los árboles llamados dragos. Según la leyenda la sangre, que manaba de las herdias mortales del dragón, cayó sobre el jardín y de cada gota creció un drago.

Bienvenidos/as

El Jardín de las Hespérides es un lugar donde pretendo expresar y compartir todo lo que siento. El sitio donde desahogarme.
Un escondite a la luz.
¡Deseo que os guste!


martes, 30 de agosto de 2011

Premio Sunshine Award.

Antes que nada, darle las gracias a Ana Draghia por concederme este premio y felicitarla ella también por su blog Las Hilanderas por su originalidad y su particular forma de ver las cosas. Te estoy agradecida por haberme tenido en cuenta para este premio. =)



Para otorgar tú también este premio, sigue estos pasos:

1º Anuncia el premio en una entrada.
2º Pon el link del blog que te lo otorga.
3º Concédelo a los 10 blog que creas que se lo merecen.
4º Pon el enlace de tus premiados.
5º Avisa a los afortunados.

He aquí los 10 blogs que deseo premiar:


Enhorabuena por vuestra manera de ver el mundo y la forma en que lo expresáis... me da pena no poder premiar a todos los que sigo. Pero igualmente, muchas gracias a todos y felicitaros por vuestro blog.

jueves, 25 de agosto de 2011

Esencia de mujer.

Sonríen cuando quieren gritar, cantan cuando quieren llorar. Lloran cuando están felices y ríen cuando están nerviosas. Luchan por lo que quieren.
No aceptan un "no" por respuesta, cuando saben que hay una mejor solución.


Toda mujer debe tener:
Un viejo amor al que regresar en sueños y otro que le permita darse cuenta de lo lejos que ha llegado.
El valor necesario para alejarse cuando no la aman.
Una juventud que dejar atrás con gusto.
Un pasado rico en experiencias, como para ser contado al llegar a una avanzada edad.
Un equipo completo de destornilladores y taladro y al menos, un picardías negro de encaje.
La amistad de alguien que le haga reír y de alguien que le permita llorar.
Toda mujer debería saber:
Cómo enamorarse sin dejar de ser ella misma.
Cómo terminar con un novio que no la merece y cómo afrontar a un amigo sin perder una amistad.
Cómo intentarlo todo y cuando alejarse.
Cómo pasárselo de maravilla en una fiesta a la que no deseaba asistir.
Cómo pedir algo que realmente desea, de una forma casi segura de conseguir.
Toda mujer no debería olvidar:
Que no puede modificar el ancho de sus muslos, sus caderas, o la forma de ser de sus padres.
Que su niñez pudo no ser perfecta, pero ya terminó.
Lo que podría o no, lo que debería o no, hacer por amor.
Que puede vivir sola, aun cuando le desagrade.
En quién confiar y e quién no.
A dónde ir a sentarse con su amiga, cuando su alma necesite consuelo.
Lo que es capaz de lograr en un día, un mes, un año...






Pobres las mujeres.

Pobres las mujeres que no se parecen a los hombres, las que lloran y cantan.
Pobres las mujeres que no han olvidado el amor que demuestran sus sentimientos y adivinan los nuestros.
Pobres las mujeres que esconden en sus ojos lo único que realmente, siempre importó.
Las que tanto sufrirán, abrumadas por sus sentimientos, las que tanto vivirán, valientes como su corazón.
Pobres las mujeres que siempre saben lo que quieren, que buscan sin parar y se atreven a cambiar, lo que sólo ellas pueden lograr.



sábado, 20 de agosto de 2011

Hate me please !

La gente que más te odia es la que más se preocupa de todo lo que haces.
Ironías de la vida. Ya ves, ¿contradictorio? Puede, pero es real. ¡Cómo la vida misma!
El odio se define como la antipatía o aversión hacia algo u alguien, cuyo mal se desea.
Resulta que lo importante en la vida no es ser una estrella, sino saber brillar. Pero eso, justamente eso, es lo primero que olvidan los enemigos. Ellos se consideran estrellas.
¿Qué es un enemigo? Pues no es más que una "persona" que tiene mala voluntad hacia otra y le desea o incluso, en ocasiones, le hace mal.
Uno se los gana por múltiples circunstancias, a veces, incluso son las menos insospechadas, ser feliz, ser querido por los demás, tener aspiraciones en la vida, etc. Pueden ser motivos suficientes para que alguien sienta odio por ti. Pasando a ser en ese instante tu más aférrimo enemigo.
Yo soy de las que piensa que un enemigo, no es más que una persona que tiene una vida tan aburrida y tan desdichada, que le resulta entretenido preocuparse de la de los demás.
¿Por qué desdichada? Pues, porque no es capaz de apreciar lo que posee, porque está más ocupado en lamentarse por lo que no tiene. Se lamenta tanto, que incluso, le duele que otras personas lo consigan. Hay, en ese instante, nace el odio.
Hay quienes piensan que los que te odian, no son más que admiradores confundidos que no puede entender el por qué tantos te aprecian.
Yo, soy como soy, a mi manera. Sé lo que quiero y hacia dónde debo ir, por eso no me preocupa lo que los demás digan de mí. 
Desde muy pequeña, siempre he escuchado eso de... "el que calla vence y jode 100 veces" bueno, pues de eso se trata. 
No hablo de venganzas ni perdones, porque el olvido es la peor venganza y el mejor perdón que esos admiradores confundidos pueden sacar de tí.
En la vida no hay premios ni castigos, sólo consecuencias.
Consecuencias a nuestros actos. Es como la ruleta de la suerte y la vida es ese gran casino donde se juega. El escenario de la gran película de nuestras memorias.
Se ha de vivir de forma que no se note la presencia de uno, sino que se sienta la ausencia.
Da igual el que dirán, lo felices que se pongan tus "enemigos" al verte fracasar, pues, no importa lo que hagas o las buenas intenciones que tengas, siempre habrá un idiota que tratará de hundirte. Y lo mejor que puedes hacer es sonreír, siempre a tus enemigos y hacerles saber que no te pueden derribar, es la mejor venganza.
Porque el éxito consiste en confiar en uno mismo, mirando siempre hacia adelante, sin temor a nada y mucho menos a nadie.
Ahora sí, querido enemigo, déjame decirte algo: No critiques mi progreso, si no conoces mis esfuerzos y no envidies mis victorias, si no conoces mis fracasos. Trata de ser el mejor, pero nunca te creas el mejor.










Pd: si alguien ha sido fuerte para derrumbarte, demuéstrale que eres lo suficientemente fuerte para levantarte. Porque... probablemente aquellos que hablan mal de mi, lo hagan porque no tienen nada bueno que decir de ellos mismos.


Por todo eso, querido admirador confundido:








viernes, 19 de agosto de 2011

Falso amigo, oculto enemigo.

Políticamente correcta. Así me toca ser. Resignada, viendo como decide cambiar por momentos ante su vulgar presencia.
¡Imbécil! Es que no lo soporto, de verdad, cómo tengo que contenerme para no reventar. ¡Bendita promesa que le hice!
Soy de esas que tiene en la punta de la lengua lo que le da vueltas en la tripa, digo lo que pienso, lo que siento... ¡Sí! muchas veces me arrepiento y ¡sí! pido perdón, también sé rectificar.
Esta vez me supera, no puedo, es algo que me enferma, ver cómo va y viene su apasionante carácter, su ferviente personalidad, gracias a los logros de un "personaje" ¡Venga ya!
Encima tengo que callarme, resulta que debo ser comprensiva, aguantar como mejor pueda, y sin influir, sin presionar, sin forzar una elección, siento la obligación de guiarle, estar ahí; quizás me equivoque, puede que sólo sean manías mías... pero lo simpático es que no soy la única que así lo piensa.
¡No es igual cuando está con dicho sujeto!
De pronto, ¡zas! metamorfosis. Comienza a descuidar lo que más aprecia, se despista, recurre a la vil y sucia mentira. Pero no se da cuenta.
Creo que se refugia, siente que alguien le dejó de lado, lo cambió por una persona recién llegada, después de tantos años de fiel amistad, de valores inmensos, confesiones, consejos, ayudas, juegos, bromas, risas, quizás... incluso alguna lágrima. Después de toda una vida, casi, podría decirse; le cambia. Sin más.
¿El problema? Que también comienza a hacer cambios en su vida, cambios poco favorables, a los ojos de esas personas que más le apreciamos, los que estamos ahí siempre, en lo bueno y en lo malo.
Pero no se da cuenta. Se niega a admitirlo. ¿Orgullo? Probablemente... ¿Pena? No, no es pena lo que me da, es coraje, rabia. Me causa dolor en ocasiones, cuando soy yo la víctima de la fantástica y pésima a su vez, actuación de este personaje.
¿Herida? Sí, bueno, no sé, quizás más bien decepcionada.
¿Culpable? No, en absoluto le considero culpable, quizás un poco bobo, resultado de lo buena persona que es, lo da todo por una amistad, a veces, puede que como en este caso, ponga mucho, demasiado, en juego.
Desde la distancia, permíteme un consejo, querido y apreciado ser para mí:
No cambies sólo para satisfacer a otros, cambia porque te hace una mejor persona.
No obstante, me gustaría que supieses que ya eras buena persona.
Ahora, déjame que te pida perdón pero es que…
A veces las cosas que no podemos cambiar terminan por cambiarnos a nosotros.
Pero el problema es que ¡Te quiero! Y no puedo evitarlo… recuerda que no debes cambiar lo que de verdad quieres, por lo que quieres durante un rato.
¡Idiota! Sí, es la palabra que describe a ese personaje, pero el problema es que la idiotez es una enfermedad extraordinaria, no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás.
Los que le apreciamos, somos el ejemplo perfecto de sufridores de esa lacra.
A ti, querido personaje, permíteme decirte que encanto es lo que tienen algunos antes de creérselo. Por eso tú no lo tienes.
Por último, ya para finalizar, a mi querido ser, me gustaría recordarle algo:
Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.
CORRECCIÓN: Siempre lo supiste, pero nunca pensaste que lo perderías.


lunes, 1 de agosto de 2011

Echar de menos:

Extrañar. Añorar. Hacer falta. Necesitar...
¡Buenos días princesa!
El mensaje de buenas noches.
Un comentario sin tener por qué en una red social.
Una canción especial.
El detalle inesperado, un día cualquiera.
Dedicar un estado.
Preparar una cita especial.
Llamar para ver cómo estás.
Compartir un sueño.
Hacer realidad una de esas promesas.
Visitar ese lugar...
Compartir una bolsa de chuches.

¿Se te ocurre algo?