Una vez la grandiosa Marilyn Monroe dijo eso y hoy yo, casi siento que pensaba en mí cuando lo hizo, claro que eso es imposible ya que no salen las cuentas... pero da igual, a lo que iba.
Definitivamente ella en su día tenía razón, distamos mucho de ser perfectos.
Particularmente soy un poco de todo lo que ella era, soy impaciente y muy insegura y reconozco que no soy fácil de tratar... pero quizás si no sabes llevarme, apoyarme y aconsejarme cuando estoy mal, no mereces que comparta contigo mis buenos momentos. Quizás puede que sean escasos, pero son intensos, de eso estoy segura.
Llega un punto en el que te cansas, ya no puedes más y la primera reacción que se te ocurre es echar a correr para ver quien es capaz de seguirte, pero duele ver como esas personas que pensaste que nunca te abandonarían son las primeras que ves como se quedan pequeñitas a medida que te alejas, dicen que no hay que arrepentirse de nada, porque si sale bien mereció la pena y si sale mal, seguro que te enseñó algo, pero los sentimientos son incontrolables, por desgracia en algunos momentos.